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Venezuela: Amnistía Internacional denuncia torturas durante protestas

ONG presenta informe documentado con testimonios de víctimas en marchas contra régimen de Nicolás Maduro.

Venezuela: Amnistía Internacional denuncia torturas durante protestas. (AFP)
Venezuela: Amnistía Internacional denuncia torturas durante protestas. (AFP)

(Madrid/dpa)
Venezuela corre el riesgo de entrar en una espiral de violencia que lleve a una crisis de derechos humanos, alerta Amnistía Internacional, que documentó casos de torturas y otras violaciones de los derechos humanos en el marco de las protestas que arrancaron en febrero en el país latinoamericano.

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“Amnistía ha documentado violaciones al derecho a la vida y torturas y violaciones a la integridad física, como palizas a detenidos bajo custodia y en el momento de la detención”, manifestó Esteban Beltrán, director de Amnistía Internacional España, en el lanzamiento mundial de un informe sobre Venezuela en Madrid.

La organización documentó sobre el terreno también un uso excesivo de la fuerza por parte de las fuerzas de seguridad, así como detenciones arbitrarias y restricción a detenidos del acceso a abogados, entre otras por parte de la Guardia Nacional Bolivariana (GNB) y el Servicio Bolivariano de Inteligencia Nacional (Sebin).

“Esta es una crisis muy seria, quizá la más importante desde el año 2002”, cuando se produjo un golpe de Estado contra Hugo Chávez, señaló Beltrán. Si a los cerca de 40 muertos se les añaden “las dificultades para llevar a cabo investigaciones independientes e imparciales y la enorme proliferación de armas de fuego en el país, la situación es cada vez más complicada”.

El informe de Amnistía Internacional, titulado “Venezuela. Los derechos humanos en riesgo en medio de protestas”, se centra en el primer mes de las manifestaciones contra el régimen de Nicolás Maduro que arrancaron el 4 de febrero. Entre ese día y el 27 de marzo dejaron un saldo de al menos 39 muertos, más de 550 heridos y más de dos millares de detenidos.

“Lo primero que recibí fue patadas en la cara, golpes en la cara, patadas en la costilla, cachazos en la frente”, narra Daniel Quintero, estudiante de 21 años, detenido tras una manifestación el 21 de febrero en Maracaibo.

Ya en las instalaciones de la Guardia Nacional Bolivariana, el comandante “me dijo que me iba a quemar. Y a su lado derecho tenía un bote de gasolina, alambres y fósforo”.

Trasladado a instalaciones de la Guardia Nacional, lo metieron en el calabozo. Desnudo, “me esposaron la mano izquierda a nivel de mis pies a la pared. Me pusieron dos reglas: que no podía dormir (…) y que tenía que* estar con los pies juntos,* mano derecha tocándome los tobillos y el ombligo prácticamente pegado a los muslos”.

Nuria García, autora del informe, apuntó que muchas de las víctimas con las que habló no quisieron que se informara de sus casos por temor. Para la realización del informe, AI se reunió también con la Fiscalía General y con la Defensora del Pueblo.

Amnistía muestra también “preocupación” por la actuación de los grupos armados pro gobierno que han ejercido violencia contra manifestantes sin que las fuerzas del orden intervinieran.

Entre sus víctimas está presuntamente Génesis Carmona, estudiante de 22 años que murió por un disparo cuando uno de estos grupos, desde una moto, abrió fuego contra manifestantes en Valencia, estado de Carabobo, el 18 de febrero.

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“Hasta ahora no tenemos conocimiento de que ninguno haya sido llevado ante la Justicia”, dijo García.

AI también recibió denuncias y documentó violencia ejercida por manifestantes antigubernamentales. “Pero no hemos podido documentar (la existencia de) grupos armados organizados por la oposición”, aseguró Beltrán.

El Ministerio Fiscal, según Beltrán, abrió 81 investigaciones, 75 de ellas por malos tratos a manifestantes, dos por tortura, otras dos por asesinato y otras dos por asesinato no intencionado. Además fueron detenidos 17 agentes. Unas cifras insuficientes para AI.

Beltrán recuerda que durante años, y con gobiernos distintos, AI tuvo distintos motivos de preocupación en el país latinoamericano. “Pero en estos momentos la crisis es suficientemente grave como para que Amnistía haya emitido un informe de estas características”.

La situación solo se podrá salvar, según la organización, con un Plan Nacional de Derechos Humanos como resultado de un diálogo nacional que incluya los puntos de vista de todas las partes involucradas, también disidentes y opositores.

Amnistía pide al régimen de Maduro que asegure “investigaciones imparciales e independientes” de cada una de las denuncias de violaciones que se han producido durante la actual situación.

A los líderes de la oposición les pide “una señal clara y contundente” hacia sus simpatizantes para que ejerzan “de forma pacífica” sus derechos de libre expresión, asociación y reunión.


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