23.NOV Sábado, 2024
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Habla.Babas

Se recuerda a la población que a pocos meses de enfrentar un nuevo proceso electoral, es necesario tomar medidas de prevención. Experiencias anteriores han demostrado que los peruanos no estamos aún preparados para actuar con responsabilidad frente a fenómenos democráticos como el que se avecina, por eso es necesario advertir a la ciudadanía sobre las consecuencias de una mala decisión y las medidas que hay que tomar para protegernos.

El Congreso de la República aprobó, por fin, el proyecto de ley presentado por el parlamentario Carlos Bruce que sanciona a quien maltrata a un animal con penas de hasta 3 años de pena privativa de libertad y hasta con 5 años de prisión, si el animal muere producto de estos maltratos. Hasta la aprobación de este proyecto, en nuestro país el maltrato animal era considerado solo una falta. Un gran paso, sin duda, en nuestra legislación. La parte fea de la noticia es que esta ley no protege a los toros ni a los gallos de pelea. (¿?) Porque en nuestro país ni los toros ni los gallos de pelea son considerados animales, ellos entran en el rubro “entretenimiento y cultura” y son propiedad de los señorones que dedican sus domingos a darse golpes de pecho en las iglesias primero y después a aplaudir la sangre, el abuso y la tortura. Esta vez ganaron, señores cultos, pero no hay que molestarse. Solo es cuestión de esperar porque es una tendencia mundial acabar con cualquier espectáculo salvaje y abusivo, como las corridas de toros o las peleas de gallos o el jalapato o el Yawar Fiesta. Muy pronto, señores cultos y tradicionales, tendrán que buscarse otro pasatiempo, uno donde sus caras, infladas por el alcohol y las cirugías, puedan seguir apareciendo en las páginas sociales y donde también abunde la sangre, pero muy a su pesar, ya no podrá ser de animales. Solo hay que esperar.

Mientras en un salón del Legislativo el parlamentario Mauricio Mulder le mentaba la madre al congresista Gastañaduí, sin importarle que la madre de Nadine Heredia estaba en medio del conflicto, en otro se realizaba un reconocimiento a personajes que, según la Asociación de Parlamentarios Indígenas, ayudamos a mantener vivo el quechua. Magaly Solier, Claudio Pizarro, Manuelcha Prado y yo, por la secuencia Hablemos quechua de Radio Capital, entre otros, recibiríamos la distinción. En su momento, agradecí el reconocimento pero, para evitar asociaciones innecesarias, preferí no asistir. Sin embargo, en un enlace microondas pude darme cuenta que en el Congreso son muy pocos quienes se esfuerzan por hablar bien. Cuando al presentador le tocó el turno de nombrar al guitarrista Manuelcha Prado le dijo “señorita Manuelcha Prado”, es decir, la voz del evento a favor del quechua no solo no conocía al artista sino que desconocía que en quechua el sufijo ‘cha’ unido al sujeto es un diminutivo y tiene un tono enternecedor. Es decir, que ‘Manuelcha’ es ‘Manuelito’, no ‘señorita Manuelcha’. Dos ejemplos claros para demostrar que en el Parlamento (palabra que viene del francés “parler”, que significa “hablar”), lo último que se hace es hablar bien.

De masa crocante, forma irregular y a veces con relleno, un wantán es el bocadillo de chifa más entrañable. Hay wantanes firmados por Gastón Acurio y otros no reconocidos, pero todos son bien recibidos porque un wantán nunca le cae mal a nadie. Será por eso que pensé en un wantán cuando buscaba un nombre para el programa que estaba por estrenar en la señal de cable y, felizmente, no me equivoqué. El wantán cayó bien, fue bien recibido por el público que se divierte escuchando y conociendo más de la gente que tiene historias que contar y cosas que decir, pero no un espacio donde hacerlo. Ellos son el relleno de mi wantán y como ningún wantán es igual, nadie se aburre. Ahora camino por la calle y me gritan ¡wantán! ¡habla, wantán! con la misma efusividad y cariño que cuando aparecía en otra señal, pero esta vez sintiéndome satisfecho del wantán que estoy haciendo. Del wantán que me provoca repetir cada noche, de este wantán sin tamarindo que le devolvió el orgullo al cuerpo y a mi cara, la sonrisa.

Producciones Artísticas ONPE S.A. necesita candidato a presidente del Perú periodo 2016-2021. Requisitos: ser hombre (de preferencia saco largo) o mujer (capaz de soportar apanado machista) mayor de 35 años (abstenerse transexuales, transgénero o transgénicos), sin estudios previos ni experiencia profesional en nada. Quienes deseen participar deberán recaudar la mayor cantidad de dinero posible para costear su campaña (OJO: no será necesario consignar la procedencia ni destino de los fondos), además de la presentación del número de firmas que podrán ser adquiridas en centros debidamente autorizados y establecimientos del ramo. NO es necesario pertenecer a ningún partido político puesto que ya no existen. El sueldo es a tratar con los más importantes grupos de poder. El elegido podrá acceder a comisiones con consorcios internacionales, a mermeladas, tajadas y simpáticos regalillos a cambio de favores y discretas recomendaciones. El puesto viene con vivienda, comida y transporte a cargo del contratante y 5 (o más) puestos públicos para familiares y amigos. Las propuestas se reciben en hoja A4 y en agenda debidamente cerrada y sacramentada. La calle está dura, ¿qué esperas? El Perú avanza y tú puedes alcanzarlo. ¡Apúrate!

Otra vez ‘Melcochita’ es celebrado. Ahora por responder con humor al ‘bullying’ chileno. Yo recuerdo haberlo celebrado y aplaudido cuando trabajamos juntos. Son las siete de la mañana y ‘Melcocha’ llega puntual a Chilca. Al sur de Lima. Todo el equipo de filmación lo saluda y él saluda a todo el mundo. Hace bromas, se toma fotos y rápidamente se pone en manos del director para recibir indicaciones. Después de probarse el vestuario y el maquillaje, está listo para filmar. Con el sol achicharrando nuestras cabezas empezamos a rodar las escenas del teaser de Mala leche, la película donde compartiremos crédito, y no paramos hasta las 5 de la tarde. Pablo Villanueva ‘Melcochita,’ con 80 años encima, jamás se quejó y tampoco pidió un trato especial. Repitió las tomas las veces que fueron necesarias y preguntó cómo decir el texto cuando le pedían una nueva intención. Es que ‘Melcochita’, a pesar de haber sido refundido injustamente por años en el cajón de los cómicos de muecas gratuitas, es un artista profesional de verdad, un músico internacional reconocido por los grandes. Es difícil encontrar en nuestro país un personaje más querido que ‘Melcochita’, pero mucho más difícil es mantener a un público enorme como el suyo, siempre con su dosis de Melcocha.

Llegó octubre, el mes de la música criolla y de Halloween, del turrón de doña Pepa y del Señor de los Milagros. Para muchos, el mes morado y, para otros, el ‘Octubre Rojo’. Rojo como la sangre de los toros que año a año sacrifican absurdamente para la feria de Acho. Un espectáculo que disfraza el salvajismo como tradición para distraer a un público supuestamente educado y sensible, que instala sus pálidos culos en las graderías para celebrar cuando una espada perfora los órganos de un animal de 500 kilos y que aplaude cuando le cortan las orejas. Un evento violento bendecido por una Iglesia doble cara que por un lado dice defender la vida y por otro permite que esa masacre animal adopte el nombre de su santo más adorado.

Humberto Martínez Morosini, la cara de la televisión, se fue a los 86 años. No lo conocía, pero conversé con él en Wantan Night. Me dejó el recuerdo de un hombre bien vivido, conversador, lúcido y divertido. No dejó de hacer bromas y contar historias. Me dijo que no entendía a esos periodistas que se sienten los protagonistas de la noticia. Me confesó que en su mejor momento quería estar en el canal lo menos posible porque tenía una vida, en su casa lo esperaban su esposa y sus hijos, y con ellos quería pasar la mayor parte del tiempo. Qué diferente a muchas historias de hoy, donde la soberbia y la desubicación terminan por asaltar al profesional, al punto de sacarlo de su centro. Me dejó claro que nunca se creyó “líder de opinión” ni un ser supremo de la sociedad por tener una cámara en frente. Con Humberto Martínez Morosini se va también una época, la de la credibilidad y la información sobria. Se fue uno de los pocos personajes verdaderamente profesionales de los medios de comunicación. Morosini podía hacer con la misma facilidad y solvencia la transmisión de la llegada del hombre a la Luna como un flash electoral o la narración de un partido de fútbol de la selección. Gracias, Morosini, por dejarnos la prueba de que alguna vez nuestra televisión fue seria.

El sábado pasado, mientras Gisela Valcárcel anunciaba la puntuación de una de las parejas participantes de su show, un efecto pirotécnico activado dentro del set originó que el techo del estudio empezara a arder en llamas. Gisela continuó su trabajo sin darse cuenta, pero fue el locutor en off quien dio la voz de alarma a gritos. “¡Gisela, Gisela tenemos un problema! ¡Gisela, está ardiendo el techo cuidado!”, gritaba el señor invisible. La Señito levantó la mirada, vio lo que pasaba y respondió: “Bueno, si hay un incendio, se puede apagar”. Inmediatamente después mandó a corte. La experiencia frente a cámaras de La Señito se impuso sobre los alaridos aterrados del locutor. Si el público presente en el set se hubiese contagiado del pánico del locutor en off, el final podría haber sido trágico. Hace unos años, a Raúl Romero, igual que a Gisela, le tocó llamar a la calma durante el terremoto de agosto del 2007. Esa es la actitud correcta. Es conocido que en accidentes y situaciones de riesgo, lo recomendable primero es calmarse, porque hacer lo contrario sería dejarse llevar por la histeria y esa siempre es la principal causa de tragedias. Estemos alertas y hagamos como la Señito y nunca como su locutor. Señoras y señores, ante todo mucha calma.

Si quieres hacerla linda en la farándula, ser figura principal de un sintonizado programa de horario estelar, un personaje rentable dispuesto a hacer de todo para que te vean, tienes que ser cínico. Navegar por tu horario con la bandera de la polémica o de la pureza, ambas funcionan. Debes creerte el horrendo título de “animal televisivo” y aceptar de buena gana que hablen de ti por todos lados y de todas las formas. Debe gustarte la atención pública, la exposición salvaje y acostumbrarte a que con tu cara envuelvan pescado. En conclusión, debes desarrollar un pellejo de chancho capaz de protegerte de todo, un cuero cubierto de grasa para que todo te resbale. Pero también debes saber que ese pellejo te protegerá en la pantalla, pero no en la vida real. Si te comportas por la vida como tú crees que puedes portarte en la pantalla, es mejor que te quedes en tu casa. No hay condena peor que vivir haciendo lo que no te gusta solo para recibir un cheque mensual. Hay mucha gente lista para vivir así, dispuesta y haciendo cola, pero gente talentosa es la que hace falta. Recuerda que muchos podrían hacer de todo para no perder el trabajo, pero son muy pocos los que pueden hacer lo que tú haces. No existe satisfacción más grande que tirarte a dormir sabiendo que lo que haces lo haces por placer y no por plata.

La estadounidense Sabrina Cargotelli subió a Facebook las fotos donde aparece posando sonriente junto a cadáveres de jirafas, cocodrilos, jabalíes y otros animales cazados por ella misma, en un parque nacional de Sudáfrica. Como era lógico, una avalancha de críticas le cayó encima como balas de fusil. En su defensa, la miserable mujer dijo: “Todo el mundo piensa que somos asesinos, pero hay una conexión con el animal; que lo cacemos no significa que no lo respetemos”. Hechos como este generan repudio en el mundo. En el Perú, por ejemplo, esta noticia ha sido compartida en casi todos los medios. Sin embargo, otra diversión humana igual de salvaje como las corridas de toros no recibe la misma censura. En diarios y revistas publican “a full color” fotos de toreros mostrando orgullosos las orejas ensangrentadas de sus presas, toros botando sangre por la boca y con el lomo atravesado por espadas y banderillas; porque en países menores como el nuestro, la tauromaquia es considerada una tradición. Está claro que los aficionados a las corridas no se diferencian en nada a la criminal estadounidense cuando dicen que respetan a los toros, que los “indultan” cuando lo merecen y que hay arte en sus asesinatos, pero está claro también que los hombres respetamos la vida solo cuando nos conviene.

Cuando era niño y llegaban las Fiestas Patrias, la preocupación de mi mamá era poner la bandera en la fachada. No lo hacía por patriota, lo hacía porque no quería que le pusieran multa.

Nacer animal en este mundo gobernado por humanos debe ser un castigo cruel; pero ser animal y depender de una administración declaradamente insensible como la del Municipio limeño actual es directamente la muerte. Eso lo saben bien los animales del Parque de las Leyendas donde ahora se sacrifican animales para mal alimentar a otros del mismo parque. Un crimen absurdo perpetrado por la misma gente que pagó por publicar ese vergonzoso aviso que decía: “Estamos gordos y lindos”. Los animales no son murales señor Castañeda, son seres vivos que tienen hambre y sed como usted, como sus hijos y como los hijos de sus regidores. Como los perros Doberman que presentaba en televisión como sus mascotas cuando quería conseguir votos. Suficiente tortura es para esos animales aguantar ejércitos de escolares gritándoles para que despierten o aventándoles piedritas para que salgan en sus fotos. Ojalá esta situación sirva para conseguir que las personas demuestren su grandeza respetando a los seres que no pueden defenderse. Si tienes mascotas, si te interesan los animales, protesta desde donde puedas. Hagamos presión para que la triste situación de los animales en el país mejore y algún día consigamos vivir en una sociedad más humana.

El caso de moda, el de la guerrera supuestamente martirizada por su novio guerrero es, aparentemente, tan poco serio como los consultorios virtuales que lo analizan fingiendo preocupación y buscando sintonía. El supuesto caso de supuesta agresión fue dado a conocer por el “supuesto mejor amigo” de la supuesta víctima en el programa de Magaly. Bien a la corbatita, el buen amigo presentó unos audios que mostraban a una guerrera al borde del suicidio. Ella nunca confirmó las agresiones, lo que no es extraño en mujeres maltratadas; pero fue bien raro encontrar a la supuesta víctima retocándose el peinado en una conocida peluquería después de grabar unas escenitas de la telenovela en la que comparte romance con su supuesto agresor (¿?). Algo no está bien aquí. Como tampoco está bien que figuretis de la psicología decidan quién sufre de trastornos emocionales y quién no en los programas de farándula. Con irresponsabilidad, estos supuestos profesionales diagnostican trastornos en gente que ni siquiera conocen, que nunca han visto en su vida y que menos se han sentado frente a ellos en el rigor de un consultorio. Irresponsabilidad que también practicamos todos los medios cuando tenemos la oportunidad de hablar de salud mental. Según el INEI 2013, en nuestro país siete de cada diez peruanas sufren violencia física, psicológica, verbal o sexual. Un poquito más de seriedad, ¿no?

Bien harían los ‘pulpines’ en salir a la calle, a protestar por la actual situación de la política nacional con la misma energía que en su momento protestaron por la televisión basura, porque a estas alturas poco se diferencia la farándula de nuestra clase politiquera. Igual como el espectáculo local le da duro a la matraca con las desdichas y embarazos de chicos de reality; nuestros políticos dan material a la prensa para hacer bulla con el tema de moda: Belaunde Lossio. Los ingredientes son los mismos en ambos casos: conflictos, peleas y deslealtades que serán achacadas oportunamente a unos y otros. Hace meses que ‘la fuga del Chacal’ tiene paralizado al país, que ha seguido con atención (como si fuera importante) todo sobre este caso. El martes, cuando se supo que el hombre más importante del país se había vuelto a escapar, el reality llegó a su punto más alto. El gobierno, como en el lejano oeste, ofreció una recompensa por su ex aliado, mientras este, desde la clandestinidad, inventaba un secuestro ‘armani’ tan falso como una cachetada de payaso. Un lamento boliviano, un cuento chino más de la más pura farándula política. Puro bluf que nada aporta en la urgente solución de los graves problemas que sufre el Perú. Un pobre país como el nuestro, secuestrado ‘de verdad’ por la delincuencia, el caos y la corrupción.

Hagamos un paréntesis en medio de la historia de Milett para prestarle atención a algo más importante: nuestro país se está yendo directamente al infierno. Con la misma rapidez que el país se llena de edificios y centros comerciales, crece también el caos y la deshumanización. En Jesús María, el tamalero de la cuadra se aprovechó de un hombre para secuestrarlo durante dos años y despojarlo de todas sus propiedades. Al menos tuvo la decencia de no asesinarlo. Diferente suerte corrieron dos guardianes de un colegio en SJL, que fueron acribillados porque la dirección del plantel se negó a pagar cupos. Las mafias de construcción civil son un club de jubilados al lado del gremio de estibadores que amenaza de muerte a los directivos de la empresa portuaria porque no les da la gana de ser controlados. Los ancianos del Fonavi confían en un don nadie que les pide colaboraciones “voluntarias” con la excusa de ayudarlos. En Islay, policías y campesinos se matan mientras que el delincuente que dice representarlos pide por lo bajo millonadas a la Southern para controlar el chongo. Un congresista dueño de un centro de estudios es acusado de colocar a sus empleados en puestos públicos. Amiguitos, no es broma, si no escogemos mejor en la próxima elección, vamos directo de Tía María a Tijuana.

El mundo de la farándula se caracteriza por albergar a personajes que, a falta de talento, se hacen conocidos por escándalos. La presencia y permanencia en el negocio se define por la cantidad de escándalos que producen. Esta misma forma de sobrevivencia se repite en otros universos, como el literario, por ejemplo. Ahí son, generalmente, los más criticones, soberbios y aburridamente culturosos quienes se hacen notar por sus controvertidas opiniones sobre cualquier tema popular o masivo y no necesariamente por sus éxitos literarios. Estos personajes son activos en las redes sociales, donde descalifican sin compasión lo que no les gusta. Desde la cima de su sensibilidad e inmenso conocimiento vomitan contra lo que les parece vulgar y populachero. En esa cima estaba el señor Ivan Thays con su cara de “soy profundo”. El rótulo de “escritor” que creía ostentar le daba licencia para despotricar (muy oportunamente) contra las papas rellenas y el cine peruano. Solo así se hablaba de él y nunca por su obra. Hoy, gracias a Mónica Cabrejos, es más popular que antes. De ser casi la reencarnación de Cervantes, el portavoz de Scorsese o el único heredero del talento de Oscar Wilde, pasó a ubicarse al mismo nivel de Andy V o el Hombre Roca. Razón tenía mi mamá cuando decía “Hijito, nunca digas nunca”.

En días de balazos, muertos y protestas. De tías Marías, Orellanas y Oropezas. Narcos, pampillas y políticos de pacotilla. Un grupo de universitarios de la USMP decidieron treparse al carro de la protesta, pero de una forma directa y creativa. Cultura Pe! es el proyecto donde en grupos de tres intervienen buses de transporte público para contarles a los pasajeros por qué o por quién se llaman, cómo se llaman las calles o por dónde están pasando. Así, los tediosos viajes a bordo de Oriones y Chosicanos se hacen menos tortuosos gracias a estos chicos que, pagando ellos mismos sus pasajes, nos cuentan quiénes fueron Javier Prado, José Pardo, San Martín o Petit Thouars. Su relato es acompañado por volantes con la foto y un resumen biográfico del personaje descrito, que reparten pidiéndole al respetable que no los arruguen y boten, si no que los compartan. Una iniciativa que no se conforma con el reclamo airado y encubierto de las redes, que no se queda en la queja cómoda. No. Estos chicos sí la sudan. Salen a la calle y ponen el pecho, la cara y su energía en una iniciativa creativa y constructiva que debería ser replicada. Si la gente no va a la cultura, la cultura va a ti, a tu lado y en el mismo micro. Aquí tienen Cultura Pe!

Pobre nuestro mar, cada vez que queremos deshacernos de algo, lo tiramos al mar. La playa La Chira ha recibido por años los desechos orgánicos de toda la ciudad. El mar de Grau convertido en deposito natural de basura. ¡Cuántas ciudades del mundo quisieran tener una capital bañada por kilómetros de playa! Sin embargo, parece que a nosotros ese privilegio no nos interesa. Décadas esperando que los municipios comprometidos se pongan de acuerdo en hacer realidad el proyecto que busca unificar La Costa Verde, pero por mezquindad, competencia o incompetencia, nunca se ha hecho nada. Mientras, a orillas del mar se siguen levantando, sin ningún gusto ni criterio, construcciones enormes que más que restaurantes, parecen homenajes al cemento. Esta semana, la prepotencia edilicia encontró en el mar de Miraflores un nuevo enemigo y quiso construirle encima una pista. De los mismos creadores de “Pintando los murales” llega ahora “Apedreando La Pampilla”. Basura de otro tipo directamente arrojada al mar. Reclamo que no es ajeno a nosotros los bañistas que dejamos presas de pollo, bolsas plásticas, profilácticos y demás porquerías en agua y arena. Roguemos todos a nuestro justo héroe Miguel Grau para que nos ayude a respetar el mar, antes que este nos haga correr como cucarachas, cuando decida respondernos muy molesto en forma de tsunami.

Por fin el proyecto de ley presentado por Yohny Lescano que busca proteger a los animales del maltrato será discutido en el Congreso. En una parte se trata de una buena noticia porque solo incluye a los animales domésticos, silvestres en cautiverio; pero excluye a toros y gallos. Claro, con la conveniente excusa de que las corridas de toros y las peleas de gallos son un “espectáculo cultural”, los aficionados a la tortura y el abuso y todos los que hacen de esto un negocio están felices porque sienten que han triunfado. Pero se equivocan, porque el solo hecho de que se ponga en discusión en el Parlamento el respeto animal ya es un paso importante. No olvidemos que los animales en nuestro país han sido considerados desde siempre poco menos que nada. Y también se equivocan, porque cada día somos más las personas que vamos a seguir empujando desde nuestras posiciones para conseguir lo que en Argentina, Uruguay, Cuba, Nicaragua, Panamá, Costa Rica, Brasil, en el 40% de ciudades colombianas y en los más de 80 municipios y provincias de España, como Asturias, Andalucía, Canarias, y Cataluña han conseguido. En estas y en muchas otras ciudades del mundo se logró prohibir la violencia disfrazada de cultura. Solo es cuestión de tiempo,amigos taurinos, para que dejen de gozar legalmente con la sangre ajena.

Tener 15 perros viviendo en un departamento es un crimen, pero irse y dejarlos encerrados a su suerte es un acto abusivo y demencial. Cuando el departamento de la calle Lucanas en La Victoria fue intervenido, se encontraron a 12 perros famélicos, asustados, sin fuerzas ni para pararse sobre un piso lleno de heces; y confundidos entre ellos, tres cadáveres, los tres cuerpos tiesos de los perros que no lograron sobrevivir. Esta es una triste noticia más de salvajismo humano. Pero lo realmente triste es que no será la última noticia que se perderá dentro de la pauta de los noticieros o en las indignadas cadenas de Facebook. Seguiremos viendo y leyendo más y más de estas noticias hasta que las autoridades hagan algo por darle categoría de delito a hechos inhumanos como este. Aunque supiéramos qué pareja decidió encerrar a 15 animales para después dejarlos morir a su suerte, no importaría porque su insania, para la justicia de esta ‘republiqueta’ insensible, no es un delito. Como tampoco es un delito dejar a un perro viviendo en un techo quemándose al sol o como tampoco es delito que cualquiera le meta un balazo a tu mascota. Alguien que abusa con tanto salvajismo de un animal bien podría hacerlo con otro ser indefenso, y, por qué no, con un ser humano.

Imagínate viviendo toda tu vida en muletas o en silla de ruedas. Imagínate que alguien estacionó “solo un ratito” su carro sobre la vereda, justo donde tienes que pasar. Imagina que vas en silla de ruedas por la vereda y alguien puso su puesto de emoliente sobre la rampa de la vereda. Imagínate ser invidente y no poder avanzar en línea recta porque uno o varios no respetaron la luz ámbar del semáforo y, por eso, la luz roja los cogió justo sobre el crucero peatonal. Imagínate todos los días de tu vida en silla de ruedas y no tener otra opción que movilizarte en transporte público. ¿Qué harías? Nada. No podrías hacer nada, solo tragarte la impotencia y aguantar que los buses aceleren frente a ti, porque para el transporte público un discapacitado es tan repelente como un escolar o una mascota. Ahora que ya lo imaginaste, te propongo una cosa. Si eres de los que usan las redes sociales con frecuencia y pasión, sería bueno recordar que los discapacitados también sufren discriminación. Sé que denunciar el maltrato a los discapacitados no es tan ‘cool’ como opinar en Twitter o Facebook contra la ‘TV basura’, la ‘Paisana Jacinta’ o la unión civil, pero será muy útil para las personas que viven día a día combatiendo en silencio nuestra cómplice indiferencia. Comparte esta idea.

¿Por qué a los niños en la misa los obligan a golpearse el pecho tres veces diciendo “por mi culpa, por mi culpa, por mi gran culpa”? ¿Culpa de qué tiene un niño? Si dicen que Dios es amor, ¿entonces, por qué nos asustaban con sus castigos? ¿Por qué todas las imágenes de Jesús nos muestran a un hombre sufriendo, torturado y ensangrentado? ¿Para asustarnos? ¿Por qué un cura pedófilo no va a la cárcel y un pedófilo laico sí? Si el fin supremo del matrimonio es la reproducción, ¿los estériles son pecadores? Si monjas y curas son castos, ¿son anormales? Si existen muchos santos populares alrededor del mundo esperando ser canonizados, ¿por qué Escrivá de Balaguer fue santo solo 27 años después de su muerte? ¿Existe vara en el reino de Dios? Si Dios es todopoderoso y omnipotente, ¿por qué la Iglesia necesita dinero? ¿Qué estilo de vida se parece más al de Jesús? ¿El de los franciscanos o el del Opus Dei? Si nuestro Estado es laico y yo soy agnóstico, ¿por qué mis impuestos sirven para pagar el sueldo de ministro del cardenal? ¿Por qué la Iglesia no paga impuestos? ¿Por qué uno que se dice representante de Dios en la tierra mariconea y mariconea sin sentir la verdadera culpa que obligan a otros a sentir? Si alguien puede responderme solo un par de estas preguntitas, juro por Dios que me vuelvo católico y busco a Cipriani para entrar en su mancha.

07/03/15 |

Medios medios

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Cuando nosotros, los medios de comunicación, sentimos algún mínimo indicio de amenaza a la libertad de expresión, ponemos el grito en el cielo. Entonces, más unidos que en la Teletón transformamos a la competencia en aliada para hacer mancha frente al monstruo enemigo que quiera intervenir nuestros contenidos. “A los medios no se les toca ni con el pétalo de una rosa”. Sin embargo, los medios sí podemos ofender, mentir y juzgar usando el “condicional” con la única intención de vender. Lo que hicimos con el caso Ciro es parecido a lo que repetimos con el caso Edita. Nos alimentamos durante semanas acusando de asesinato a Paul Olórtiga, el viudo, sabiendo que era inocente. En ese momento, los mismos que nos ponemos serios para hablar de derechos humanos y de protección al menor, destruíamos al padre sin pensar en los dos niños que dejo huérfanos la cantante. Hablamos de respeto a la mujer, pero difundimos un audio íntimo (e irrepetible) achacándole, además, su autoría a Johanna San Miguel, cuando la voz que se escucha no es la de ella. Noticieros y dominicales no son ajenos a la escasez de seriedad cuando dedican informes a Geni Alves o al guerrerito de turno. Sinceramente, si lo que tenemos hoy es libertad de expresión, siempre sería mejor enmudecer.

Sr. Mauricio Diez Canseco: Le escribo porque después de verlo en televisión caminando (sin permiso) por Machu Picchu mientras reflexiona (en off) sobre el futuro de nuestro país, he quedado un poquito preocupado. No dudo que su intención de postular a la presidencia del Perú sea tan blanca como la camisa que luce, pero como peruano tengo la impresión que ud. podría complicarse severamente la vida. Primero, ¿cuál de sus mujeres sería su primera dama? Esa elección podría generar entre Daysi Ontaneda, Paula Marijuan y Dailyn Curbelo un conflicto con más ritmo que las protestas por Conga. Segundo, ha pensado ud. ¿a quién va a encargar sus locales? Gobernar el país no es lo mismo que administrar todas las sedes de ‘Rústica’. Esto último es, qué duda cabe, bastante más complicado. ¿Se imagina dejar de admirar a ‘Las Chicas Doradas’ para cruzarse con Martha Chávez y Lourdes Alcorta? Lo suyo nada tiene que ver con las miserias de la política; su valor está en las toneladas de arroz con pollo que desde ‘Rústica’ ofrece a los estómagos del Perú. Usted se consagró como escritor cuando publicó El soñador de las mil frases, y los escritores no sirven para la política. Queremos seguir disfrutando de sus ocurrencias desde los diarios coloridos y no desde Palacio de Gobierno. Con cariño Sr. Pizza, quédese donde está.

Puede que la marcha convocada para el 27 de febrero en protesta contra la televisión basura sea, hoy más que nunca, una iniciativa válida justificada y necesaria. Sin embargo, me parece que se está poniendo la mira en el lugar equivocado. Como la han presentado, pareciera que la movilización solo busca cuestionar los realitys, cuando el origen del problema no está únicamente en el horario de las 6 p.m. La madre del cordero en este tema y en casi todos los problemas del país se concentra en nuestra paupérrima educación. “¿Qué tal si marchamos contra la justicia basura, la educación basura, la salud basura, la política basura, las empresas basura, las instituciones basura, los gobiernos basura? La televisión basura existe porque todo lo anterior existe”, escribió, con lucidez, un amigo sobre el tema y tiene toda la razón. La televisión es tan influyente en nuestro país porque, a falta de instituciones sólidas, esta se convierte en juzgado, en comisaría y, además, dicta lo que es moralmente bueno o malo. Sería injusto tildar de basural solo a la TV, cuando todos los medios reproducen con igual interés, pero con distinto marco, los miserables contenidos televisivos. No recuerdo marcha alguna a favor de la lectura o la educación con tanta cobertura y promesas de asistencia como esta marcha contra la televisión.

¿Dónde quedaron los reclamadores, los encendidos defensores de la mujer, los que saltaban hasta el techo cuando se hablaba de violencia a la mujer? ¿Dónde están los valientes noticieros que rellenaban sus horarios con reportajes sobre hombres terribles que frotaban morbosamente sus partes sobre mujeres indefensas, morbosos y ‘jeropas’ que comenzaron a aparecer tan rápido como se dieron cuenta de que frotes reales y frotes ‘armani’ daban ráting? ¿Dónde están ellos ahora que la mujer peruana es manoseada por las lenguas de quienes, después de acabar con la basura de la superficie, buscaron comer de celulitis y piernas triple X? Todos los días, en la televisión, hombres y mujeres se burlan del derrier de otras mujeres con la excusa de que las burladas viven de mostrarlos. ¿Acaso existen categorías de mujeres o el respeto a la mujer que tanto se pregonaba funciona solo para algunas? ¿Cómo un hombre puede atacar día a día a una mujer por el tamaño de sus piernas sin que nadie le recuerde que eso también es violencia? ¿Cómo se sentirá la mayoría de mujeres al escuchar que un derrier con celulitis o una pierna generosa en carnes, como seguramente tienen ellas, es, para la televisión hipócrita, motivo de burla? Aquí, en nuestro Macondo, el respeto a la mujer funciona solo para algunos casos, es decir, para los casos en los que conviene.

31/01/15 |

Piedad

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Esta columna, más que un pedido, es una súplica al departamento comercial de los canales de televisión abierta. No es justo que uno se refugie del intenso calor veraniego bajo el techo de su casa en horas de almuerzo y encienda ingenuamente el televisor para acompañar sus alimentos, buscando algo que ayude al proceso digestivo, y de pronto, en pantalla plana y HD, aparezca un repulsivo comercial de un producto médico que cura el pie de atleta. Durante treinta segundos, el dichoso comercial presenta un desagradable desfile de pies atacados por heridas y laceraciones. ¿Con qué estómago podría disfrutar de mi comida después de ver semejante asquerosidad? Mi pollo a la plancha se convirtió de pronto en un pie, un triste pie escoltado por tomates y lechugas. Pie de atleta, el solo nombre es suficientemente feo, pero ver varios pies enfermos a la hora de almuerzo es una maldad. Por favor, señores de la televisión, ¿es que acaso no tenemos salvación? ¿No es suficiente con soportar la vida y miserias de Milena Zárate a toda hora y en todo canal? ¿No les basta con mostrar a cobras, leones y ‘combatientes’ en todas sus formas y presentaciones? ¡Piedad, por favor, señores de la televisión! ¡Piedad! ¿Qué viene después? ¿Crema para almorranas? ¿Milena saliendo con un pie de atleta mientras Nicola hace planchas, barras y almorranas? ¡Basta, por piedad!

Es verdad que la Policía puede y debe investigar lo que considere una posible amenaza para el Estado. Es verdad que una pieza artística puede tocar temas sensibles de la sociedad. Es verdad que la obra La cautiva no hace apología al terrorismo. Es verdad también que en nuestro país una obra de teatro jamás había tenido tanta cobertura mediática. Verdad es que no se podría asegurar que esa cobertura fue creada como cortina de humo. Todo es verdad. Pero lo que también es una gigantesca y triste verdad es que la calidad de nuestras autoridades es de una miseria monumental. Alcaldes ladrones, instituciones corruptas, presidentes regionales mafiosos, congresistas analfabetos y candidatos improvisados. Un ministro del Interior que prefiere dar show a la platea poniéndose boca a boca con un vejete rabioso defensor de senderistas, mientras que el Movadef infecta con odio a las universidades. Un ministro que usa Twitter para insultar y poner chapas, mientras que el procurador antiterrorismo Julio Galindo anuncia con orgullo que denunciará un espectáculo que no ha visto, pero “que le han dicho” es proterrorista. Un ministro teatrero que parece confirmar con estilo criollo, populachero y escolar que es una gran verdad cuando dicen que la “inteligencia militar” es una contradicción.

L uego de que fundamentalistas islámicos atentaran en París contra el semanario Charlie Hebdo asesinando salvajemente a 12 personas, en otras ciudades de Francia se han registrado, en represalia, múltiples ataques contra distintos lugares de culto musulmán. Hay también aquellos que culpan del atentado al propio semanario por sus “provocaciones”. Equivocados los unos y los otros. No todos los musulmanes son terroristas ni las creencias deben estar protegidas de la sátira. Como cualquier idea, un credo puede ser satirizado y este tiene todo el derecho a responder con la verdad y la solvencia de su discurso. Si una religión no admite crítica, humor o ironía, hay que verla con cuidado. Yo soy de los que creen que las religiones separan porque cada una vive en la soberbia convicción de tener la verdad y esa soberbia puede llevar al fanatismo que asesina. El escritor austriaco Stefan Zweig dijo: “Aquellos que anuncian que luchan en favor de Dios son siempre los hombres menos pacíficos de la tierra. Como creen percibir mensajes celestiales, tienen sordos los oídos para toda palabra de humanidad”. Y Salman Rushdie, el escritor a quien la ira fundamentalista se la tiene jurada, ha dado su apoyo al semanario Charlie Hebdo con una sentencia: “Las religiones, como todas las demás ideas, merecen crítica, sátira y nuestro valiente irrespeto”. Amén.

Al norte del Perú, sobre los 2,334 msnm, está la increíble ciudad de Chachapoyas. Una imponente extensión de terreno verde situada en la vertiente oriental de la Cordillera de los Andes. Un territorio mágico que pareciera proteger entre sus montañas un misterio que no merecemos conocer. Después de invitarte guarapo –la bebida tradicional–, te indicarán el camino a la catarata del Gocta, la tercera más grande del mundo. Visitarla cuesta solo S/.10. Telesporo Santillán, el guía más experto, te llevará con sus historias a ver los distintos ángulos de la catarata. Todo es sobrecogedor, como de ficción. Escuchar el agua transporta a otra dimensión, casi como estar en la Tierra Media de los hobbits. En Chachapoyas nadie se aprovecha del turista y no hay temor a la delincuencia. Hay hoteles y albergues para todos los bolsillos. Comer rico cuesta S/.15 y las sopas más ricas de tu vida están ahí. Chachapoyas es un lugar increíble, pero que desgraciadamente no conozco.

Es sábado 27 de diciembre y no he recibido ni una señal de Papá Noel. El viejo panzón de Santa se zurró en mi carta. No importa, todavía puedo usar mi calzoncillo amarillo de la suerte y pedirle al venidero 2015 que el próximo año las hermanas colombianas se queden mudas de por vida, y de paso Edwin Sierra también enmudezca porque sus chistes no dan risa. Que el gobierno encuentre un poquito de voluntad para que encuentre a la persona adecuada que a su vez encuentre de una vez a Martín Belaunde Lossio. Como ven, este 2015 se trata de encontrarse, donde sea, pero fuera de Palacio de Gobierno. Que la noche del 31 no revienten cohetes para que no se asusten las mascotas, pero principalmente para que Gian Marco no se moleste. Que existan más espacios de ficción en la TV para que muchos actores no nos veamos en la incómoda gestión de dejar el CV en EEG o Combate. Que un alud gigantesco se lleve todo el transporte público arrastrando combis, buses, micros, piratas, mototaxis y Susanas Villaranes. Si Castañeda no hace lo que dijo, que también se lo lleve el alud. Si todo sale mal, que también nos lleve a nosotros por no saber votar. Y, finalmente, que todas las familias peruanas tengan educación, salud y felicidad necesaria para seguir sobreviviendo a nosotros mismos. ¡Feliz 2015!

20/12/14 |

Historias de Paco

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Paco tiene manchas negras y blancas sobre su cuerpo flaco, pero es su mirada lo que llama la atención. La mirada de Paco agradece. Hace años, en la noche de Navidad, Paco, asustado por el ruido infernal de los cohetones, escapó de su casa y, aturdido, buscó refugio en un barrio de Salamanca. Desde esa noche, los vecinos de la calle Alelíes se convirtieron en su familia. Paco parecía devolver el cariño jugando con los niños y alertando con sus ladridos de la presencia de extraños. Hace unos días, Paco fue amarrado al parachoques de un auto y arrastrado varias cuadras por un miserable que se llama José Percy Chiroque, quien trató de justificar su salvajada diciendo que Paco atacó a uno de sus hijos. Paco, felizmente, se salvó. Años atrás, en 1882, en Madrid, España, vivió un perro también llamado Paco. Este Paco español era igual de querido que el Paco local. Acompañaba tertulias en bares y dormía en la platea de los teatros. Era tan popular que los diarios registraban sus andanzas. Una tarde llegó con los madrileños a la plaza de toros y, libre como era, entró al ruedo a jugar. El torero, sintiendo que Paco amenazaba su otro crimen, lo mató de un sablazo. Un solo nombre para dos historias de abuso que demuestran que, pese a los años, poco hemos avanzado los humanos en cuestión de humanidad.

13/12/14 |

Cayó la noche

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Nos cayó la noche, la noche buena y con ella llegó la Navidad. Para celebrarla, ‘La Centralita’ Producciones presenta el primer “Nacimiento vivo nacionalista”. Una impresionante escenografía, aporte de constructora Antalsis, que representa el nevado Vilcatoma, será el escenario de la puesta en escena. Al interior de una gruta y junto a un pesebre vacío, Ollanta y Nadine disfrazados de José y María serán los importantes personajes que nos darán la bienvenida. A sus pies y con disfraces de esponja, unas tiernas ovejitas dejan ver las caritas de Ana Jarana y Daniel Abugattás. Encadenados por guirnaldas, Orellana, César Álvarez y Benedicto Jiménez jugarán a ser los Reyes Magos, listos para entregar oro, incienso y terrenos al recién nacido. No puede faltar el carismático Papá Noel encarnado por el ministro Urresti, quien con chistes y sonoros jo jo jo será el encargado de distraer a la concurrencia. Por falta de bolas para la decoración, este peculiar nacimiento no lucirá el pino navideño; a cambio una gigantesca estrella iluminará, desde lo más alto, todo el escenario. Un comunicado anuncia que el personaje más importante, el niño Jesús, será interpretado por un rechoncho Martín Belaunde Lossio. Esperemos que lo encuentren. Tienen hasta el 24 en la noche para ponerlo.

Para cada uno de los tres o cuatro partidos “importantes” de fútbol peruano (¿?), la Policía destina entre siete u ocho mil efectivos a los estadios. Este gigantesco contingente policial tiene la misión de garantizar la seguridad de los jugadores y los asistentes, además de escoltar a las barras bravas en su desfile de destrozos a todo lo que se les cruza en su camino hasta el estadio.

22/11/14 |

Evo no ve novelas

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Mientras el presidente Ollanta Humala habló de cloacas; Evo Morales, presidente de Bolivia, afirmó que “las telenovelas influyen en los embarazos adolescentes, la violencia machista y la infidelidad, lo que causa la descomposición de los matrimonios y las familias”. Así, el buen Evo se unió a la cantaleta que insiste en achacarle a la TV responsabilidades que no tiene. Si lo que dice el presidente boliviano fuese cierto, ¿cómo explicaría que también existan machismo, familias disfuncionales y embarazos no deseados en lugares donde ni siquiera hay luz? Es cierto que, en países como Bolivia y el nuestro, la TV se convierte en el centro de la vida de muchas personas. A falta de instituciones sólidas, los medios son vistos por la mayoría como tribunales de justicia y referentes de vida, pero este escenario es consecuencia de la recurrente ineficacia estatal y la precaria educación de nuestros pueblos. Fácil es culpar de cualquier deformación social a la TV, cuando más importante sería preocuparse en fortalecer la educación y la información. Así, habría gente con herramientas para decidir cómo se informa y con qué se divierte. Si Evo se siente como ‘Nandito’, no es culpa de ‘Soraya’; la culpa es de quien no le enseñó que María, la del barrio, era solo ficción.

15/11/14 |

Vale toro

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Hace pocos días se difundió un video que muestra cómo dos pescadores del balneario Los Chimús en Áncash asesinan a pedradas a un lobo marino que había quedado varado entre las peñas. Los asesinos no tendrán ningún castigo. Si mañana yo decido matar a fierrazos a la mascota de algún aficionado a las corridas de toros, al jala pato o al yawar fiesta, tampoco tendría castigo. Para nuestras leyes, asesinar a un animal por placer no es delito, es solo una falta. Entonces, ¿por qué sorprende tanto cuando hablamos de violencia en las calles? Quien destroza el cráneo de un mamífero a pedradas bien podría destrozarle la cabeza a alguien. No es “el amor a los animalitos” lo que moviliza a más personas en el mundo a llamar la atención sobre este tema, es la preocupación por la insensibilidad y la falta de respeto a los más vulnerables lo que indigna. Nada tienen que ver las tradiciones porque evolucionan; de lo contrario, todavía sacrificaríamos niños como regalo a los dioses. Mientras el numeral 2418 del catecismo habla del trato correcto a los animales, aquí en Lima se premia al mejor torero con el Escapulario de Oro del Señor de los Milagros. Un doble discurso usado por aquellos que en la mañana se dan la paz en la misa y más tarde celebran la tortura.

08/11/14 |

Antes que toro

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Un oyente de la radio me dijo que, si no me gustaban las corridas de toros, era por incapacidad. ¿Incapacidad para qué? ¿Para entender la soberbia del ser humano? Solo la estupidez y la soberbia pueden explicar que una persona se sienta superior a un animal, y que, por esa superioridad, decida divertirse torturándolo y, encima, se sienta ‘culto’ por hacerlo. El ser humano no es mejor que un toro. El señorón que se taponea las arterias con cebo de paella y se intoxica con vino hasta el ridículo no es mejor que un toro. La señorona que se siente mejor rellenándose la cara con bótox para lucir regia en sociales no es mejor que un toro. El hombre que hace jugar a su hijo chiquito con animalitos de plástico y lo lleva a la plaza de toros a ver cómo le clavan espadas a un animal mientras este sangra por la boca no es mejor que un toro. El cura que se llena la boca diciendo que todos somos obra de Dios y que permite que su Dios proteja la tortura no es mejor que un toro. La única especie que destruye su hábitat es la humana. La única especie cuyos individuos se aniquilan entre sí mismos por plata es la humana. No es un cogotero más hábil que un chimpancé. Ningún político tiene la nobleza de un perro chusco. No hay humano más perfecto que un cóndor ni más bello que un tigre de bengala. No es Antonio Pavón más digno que un becerro. No somos mejores que un toro.

25/10/14 |

Tú eres único

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Un señor llamado Carl Gustav Jung dijo: “Los seres humanos nacemos diferentes y morimos copias”, y tenía razón. La sociedad no soporta la diferencia, no la tolera. Intenta ponernos uniforme a todos. Párate a observar la cola en un paradero cualquiera. Con un poco de atención detectarás rápidamente que toda la gente luce del mismo tono. La misma gama de colores para hombres y la misma para mujeres. Como el ropón, rosado para mujercita y celeste para varón. Para la sociedad no existe el rojo, el verde o el amarillo. Y si alguien se atreve a usarlo, entonces hay que castigarlo. Si eres verde o amarillo, no te asustes: rebélate. Si te provoca buscar a Dios en otra iglesia, hazlo. Si te dijeron que solo puedes comer queso o jamón, no te olvides que un buen mixto también es una opción. Si te gustan esos raros peinados nuevos, adelante. Si vas a la derecha y cambias hacia la izquierda, adelante. “La mujer bella es flaca y rubia”, no necesariamente. Al hombre que le gusta el fútbol también puede gustarle el vóley. La masa, la mancha, la horda, el Ejército, las hormigas y las ovejas siguen las órdenes; los diferentes son los que marcan el paso. Si te sientes diferente, alégrate por serlo y celebra. No tengas miedo. Disfruta el privilegio de ser único.

Cuando era niño y le decía a mi mamá que a mi camisa de colegio le faltaba un botón, ella sencillamente no quería más problemas, y me respondía: “No, no le falta”. Lo mismo cuando le decía que había pisado caca. Mi mamá miraba la suela y decía: “No es caca, es barro”. Igualito como mi mamá respondió Wilfredo Pedraza, ex ministro del interior, cuando en su momento se le preguntó por la ola de crímenes, asaltos y cogoteos. “Es una percepción”, dijo el ministro. Para él, el balazo en la cabeza del muerto y el bujiazo en la luna del auto eran “una percepción”. Otro ministro de este gobierno, Jiménez Mayor, dijo que la sensación de inseguridad era pura histeria colectiva. La histeria y la percepción eran las que robaban y mataban. Consultado sobre el mismo tema, el presidente Ollanta dijo que no tenemos mucho de qué preocuparnos porque el sicariato es producto de la globalización. Entonces Urresti, su ministro del Interior, saltó a explicar que lo que había querido decir el jefe era que el sicariato no es producto peruano sino importado y añadió que deberían ser los ladrones los preocupados por el sicariato. Así responden nuestros padres de la patria ante la evidente inseguridad, igual como me respondía mi mamá cuando era chiquito. Para eso, mejor que gobierne mi mamá; por lo menos, yo me sentiría más seguro.

La retorcida historia de Edwin Sierra y las hermanas colombianas ha llegado a saturarme, que tan solo escuchar que las están anunciando me produce rasca rasca. Soy un consumidor de este tipo de basurita farandulera, pero esta historia superó mi dosis de resistencia. Aunque no quieras verlas, aunque no sepas quiénes demonios son, ahí estarán las dos metidas en tu casa: la hermana cachetona, con el lacito en la cabeza; y la otra, la intensa, la crispada, la eternamente sobreactuada. En las mañanas están las dos, repitiendo lo que dijeron la noche anterior en un programa tras otro. En el almuerzo, también están y por partida triple. Si quiero pasar al cable, las veo. Si prendo la TV para escuchar bulla mientras estoy en el baño, ahí saltan las hermanitas. Siempre están, siempre. Yo podría apagar la TV o romperla a patadas si sus apariciones siguen como hasta ahora, pero ¿cómo huye de ellas el wachimán que no tiene cable?, ¿cómo hacen las señoras de los puestos si todos los televisores sintonizan el mismo wáter? Y si no están en las pantallas, están en los diarios. Si no las callan, me obligarán a contratar al primo del hermano de Edwin Sierra para que se meta con la sobrina de la prima de la hermana mala, y esperar a que se maten entre ellas.

04/10/14 |

Del palo al jebe

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Carlos Carlín,Habla.Babas Bien graciosos somos, ¿no? Siempre en temporada electoral mostramos una versión de nuestra propia cara que varía del palo al jebe. Nosotros, peruanos responsables y comprometidos con la construcción de una sociedad mejor para nuestros hijos, ponemos nuestra mejor cara de palo cuando nos zurramos con concha y pana todas las señales de tránsito que se nos cruzan en el camino, pero bien rapidito sacamos la cara de jebe para reclamar a las autoridades que hagan algo por mejorar el transporte público. Con cara de palo, aceptamos que el chofer de la combi o del bus se pase la luz roja, y arriesgue nuestra vida; y, al toque nomás, sacamos la cara de jebe para gritarles a los policías que no hacen nada. Con cara de palo, nos aventamos de los buses en movimiento a la orden de –pie derecho, pie derecho–; con la misma cara, subimos al micro en movimiento para colgarnos del estribo; y, con la cara de jebe, exigimos que las cosas cambien. Cara de palo, cuando pagamos una coima a un policía; y cara de jebe, cuando nos llenamos la boca denunciando que hay corrupción en el país. Cara de jebe tenemos para llorar atropellos, cuando usamos la cara de palo para cruzar sin usar el puente. Cara de palo ponemos para tirar basura a la calle; y cara de jebe, para acusar a las autoridades de ineficientes. Qué cara usarás mañana: ¿la de palo o la de jebe?

27/09/14 |

Claxon

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Carlos Carlín,Habla.Babas Una semana entera en la playa. Siete días amaneciendo sin escuchar nada más que las gaviotas. Siete noches arrullado por las olas del mar pueden relajar hasta a un talibán. Todo ese saludable relajo se fue al mismísimo infierno en el preciso momento que puse un pie fuera del aeropuerto y escuché el primer claxon reventándome la oreja. Yo, quien hace una punta de años encarnó al payaso Tony en la televisión, confiesa en estas líneas que fui adicto a tocar el claxon. Precisamente, en la época de la nariz roja, lo más rojo que tenía era la palma de mi muñón de tanto aplastar la bocina. Por eso, amigo-amiga chofer, entiendo perfectamente tu frustración, tu rabia y tu impotencia cuando estás manejando. Y porque te entiendo, me siento con la autoridad de pedirte que comprendas de una vez que tocando el claxon no vas a conseguir nada. Ni el carro de adelante se va a desintegrar, ni el semáforo va a cambiar, ni te saldrán alas para volar, tampoco la combi que se planta adelante pensará en arrancar. Entiende, ¡nada va a pasar! Lo único que vas a conseguir es que tus niveles de estrés te empujen a la locura y que con cada ‘taa ta taaa’ aceleres el proceso que te convertirá en breve en un viejo sordo como una tapia. He agotado todas mis cartas, he jugado todas mis posibilidades. No quiero volver a maldecirte por la calle. No se me ocurre otra forma de hablarle directamente a tu corazón, hermano lindo. Pensando pues, varón; no me obligues a caer de nuevo en la adicción.

Carlos Carlín,Habla.Babas Él era un técnico, un ejecutor. Juró que sus obras hablarían más que sus palabras, prometió hacer sin hablar. Y no habló. En ocho años nunca habló, pero hizo escaleras. Ella tenía conciencia social. Al son de nueva trova y con aura de onegesista, caminó y vivió (un tiempo) entre los más pobres. También juró hacer y no hablar. Lo malo es que nunca habló de lo que hizo. A él le dijeron ‘Mudo’, a ella le pusieron ‘Vaga’. Ahora él quiere recuperar lo que alguna vez tuvo, pero ella no está dispuesta a devolvérselo. De los mismos productores de “Revocatoria: juego sucio” llega “Odisea del espacio municipal 2014”. Ella y él se enfrentarán nuevamente, pero esta vez con más fuerza que antes. Ahora ‘El Mudo’ se verá obligado a comunicar para ocultar Comunicore y ‘La Vaga’, por fin, hablará todo lo que nunca habló. Se ensañaron con ella como nunca lo hicieron ni con los peores corruptos de nuestra historia. Como musulmana adúltera, fue apedreada. Y mientras él intenta sortear tachas y tachuelas, ella se sobrepuso y puso la cara, y en la cara se puso bótox para pedir votos. Este domingo 5 de octubre, no puedes perderte este peliculón de acción, emoción, suspenso y votación. ¡Nunca hubo tanta expectativa por una historia tan repetida! “Odisea del espacio municipal 2014”. Tú eliges el final y pagarás, si no quieres verla. Estreno: 5 de Octubre. Solo en Lima.

06/09/14 |

Diablos azules

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Carlos Carlín,Habla.Babas ¡Cómo se les ocurre cambiar el transporte público cuando las cosas estaban bien como estaban! Hace una semanita nomás, yo me paraba acá y un montón de combis, cústers, motos, mototaxis, colectivos y carretas estaban listas para que yo me trepe a ellas. Y baratito, ah. A ‘luca’ o ‘china’, dependiendo de la ruta. En cualquier parte, en cualquier esquina, pista, vereda, calle o avenida, solo tenías que estirar tus dedos y ahí estabas tú, ¡mi combi asesina! Toda humeante, oxidadita, tocando tu bocinita. Si no te escuchaba, no importaba. Para eso estaba el joven profesional de la cobranza: “¡Tacna, Wilson, Bolichera, sube, sube, lleva, lleva!”. Bonito vociferaba. Adentro era la muerte. Éramos 37 tratando de encajar piernas, codos y tetas en un espacio donde solo entran 12. Claro, todo acompañado de su rica cumbia, ¡y no va a che! Bien rápido se llegaba a todas partes, porque mi causa, el chofer, con harta caña, se pasaba todas las luces para que yo llegue rápido a mi chamba. Al grito de ¡pie derecho!, de hocico me aventaban. Hoy estoy parado aquí, haciendo una cola gigante, esperando por estos famosos buses azules. Todos parados, todo desordenado, nadie te dice nada. ¡Un abuso! Bueno, me seguiría quejando, pero tengo que volar a Mistura a hacer una cola gigante por mi porción de chancho al palo. De esa cola no digo nada. ¡Ay, qué rico!

30/08/14 |

Guerra avisada

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Carlos Carlín,Habla.Babas Vecchio Morillas, candidato a un distrito trujillano, utilizó la imagen de Gastón Acurio en sus paneles sin autorización. Lo mismo hizo Vicky Espinoza, candidata a alcaldesa provincial de Áncash. ¿Se puede confiar en alguien que dispone de lo ajeno sin permiso? Waldo Ríos, candidato a la presidencia regional de Áncash, ofrece regalar 500 soles a cada familia peruana. ¿Incluye también a las nuevas familias San Fernando? Desde Jaime Zea, candidato a la Alcaldía de Lima por el PPC, que se compara con ‘El Zorro’ o un señor de apellido Carrasco por San Borja, que paga por el panel, pero olvida poner el símbolo. Pasando por Esteban Cacha, quien no resiste mayor comentario, o Germán Martínez, que sin vergüenza alguna se disfraza de ‘Obi Wan Kenobi’ para decir: “Liberaré a Pucallpa del lado oscuro”, hasta los aparentemente más serios, como Altuve, quien nos quiere convencer al ritmo del “Ras tas tas de Huevoduro”. Como ellos, la gran mayoría de candidatos a algún cargo público en nuestro país están convencidos de que todos los ciudadanos peruanos somos una legión de subnormales que confían su destino a cualquiera solo porque les parece gracioso o buena gente. El prontuario de varios congresistas, alcaldes o presidentes regionales actuales lo confirma. Después de este breve pero graneado recuento, pregunto: ¿Quién está peor, el candidato o el elector? Guerra avisada no mata gente.

Carlos Carlín,Habla.Babas “Tal vez esta tragedia arroje luz sobre la seriedad de la depresión”, tuiteó Lady Gaga tras el suicidio de Robin Williams. Más allá de condolencias, recuerdos, homenajes, frases hechas y agradecimientos póstumos, esta frase cobra importancia si es que sirve como alerta para atender males cada vez más comunes. Por ignorancia, nos hemos acostumbrado a trivializar enfermedades y trastornos. Por desinformación señalamos alegremente a las personas con títulos que más corresponden a diagnósticos médicos. Cada vez es más común escuchar la palabra ‘bipolar’ en una conversación ligera, como si la bipolaridad fuese algo simple. Hacemos chistes sobre el Alzheimer olvidando el drama que significa para los pacientes y sus familias convivir con esta enfermedad. Incorporamos la palabra ‘drogadicto’ a nuestra lista de insultos y menospreciamos con soberbia a quienes sufren una adicción. De la misma forma, jugamos también con la depresión. Por ignorancia, desinformación y falta de interés trivializamos lo que en realidad son enfermedades muy serias. Como bien quiso decir Gaga, tal vez la trágica muerte de un personaje famoso como Robin Williams sirva, al menos, para que por fin prestemos atención a enfermedades que conviven con nosotros sin que nos demos cuenta y que día a día están matando más personas, la mayoría, no tan populares como él.

Carlos Carlín,Habla.Babas Querido Gian Marco: Antes que nada, aprovecho para felicitarte por tus éxitos en el año moribundo y además desearte lo mejor en tu próxima residencia en EE.UU. Como siempre, te irá muy bien. Pero no quiero con esta carta reventarte más cohetes (menos ahora que sé que no te gustan). Lo que quiero es darte un consejito. Tú como yo hemos crecido bien sin celular y sin Internet, está claro que también podemos sobrevivir libres de Twitter y Facebook. Tú como yo tenemos familiares y amigos de carne y hueso a los que podemos recurrir cuando tengamos la necesidad o las ganas de compartir algo con alguien, por eso no existe razón alguna para contar en las redes sociales hasta el pedo que te tiras, menos aún si eres picón, y tú mi querido pelón eres recontra picón. Ya te pasó antes, cuando furioso publicaste que te habían despertado tocándote a golpes la puerta de la habitación donde dormías en un hotel de no sé dónde. Esa vez también te dijeron tu vida en colores, te picaste y amenazaste con dejar el mundo virtual, pero terco tú, regresaste y mira lo que te pasó. Quedaste peor que las chancletas del presidente Mujica. Siempre, mi querido pelón, habrá una sarta de gente esperando para darte un ‘lapo’ en la pelada solo porque eres tú. ¿Para qué exponerse? Gian Marco: escribe y canta como sabes hacerlo en el escenario. Ahí nadie te ‘apana’, ahí solo te reventarán los cohetes que sí te gustan.

Carlos Carlín,Habla.Babas Shirley Arica y Katy García son jóvenes y famosas, básicamente por ventilar su poca vida en diarios y en la televisión. No tienen ningún talento especial y tampoco son más bonitas que cualquier chibola que pasea por el boulevar de Los Olivos;pero las dos supieron poner la cara de jebe para confesarle a la selecta platea con qué futbolista sin goles habían mata/perreado. Se hicieron conocidas y ahora viven de eso. Gol. Tilsa Lozano se sentó en la tele a llorar y a contar lo que ella consideraba una revelación para el país, le pagaron plata y ahora debe ser más popular y debe cobrar un poquito más en sus eventos. Golazo. Dicho esto podemos mandar al demonio el resultado de la prueba PISA que en educación ubica al Perú en último lugar y con un puntaje por debajo del mínimo, porque en nuestro país la educación es una zoncera que a nadie le interesa. ¿Para qué estudiar si puedes contar los flatos que regalas a la atmósfera y te pagan por eso? ¿Para qué estudiar si presidentes, congresistas y autoridades solo necesitan DNI para conseguir un puesto y platita?¿Para qué estudiar si la gente que tiene platita deja lo que podría hacer para relamerse escuchando lo que Miss Colita hace en su camita? Ya lo dijo Marco Aurelio Denegri: “En el Perú, Hamlet estaría perdido porque aquí ser o no ser da exactamente lo mismo”.

Carlos Carlín,Habla.Babas María es gordita y baila bonito. Es imposible calcular qué edad tiene y solo sé que es mujer porque se adorna con unos aretes de plumas a veces rojas, a veces azules. Cuando las plumas son rojas, la boca viene también muy roja. María siempre trae al canal una bolsa de plástico y a varios de sus amigos: una señora con antenas de colores, un hombre mayor con cara de obligado y una viejita muy tierna que asegura ser mi abuela, entre otros. En total, una mancha de casi 10 personas que en dos años no han faltado ni una sola vez a la emisión de mi programa. ¿Amor al chancho o al chicharrón? Amor al polo. No sé quién trajo una foto, la prueba que explicaba cuál era la verdadera razón de tanta fidelidad. En la imagen, parada en una esquina del Mercado de Magdalena, la más viejita de la mancha, la que asegura ser mi abuela, linda ella con un sombrerito muy coqueto, vende doblados y en bolsita los polos de La Noche es mía al módico precio de ¡15 soles! Con razón nadie entendía por qué María a veces pedía polos de talla small. Era, pues, para asegurar el stock. En la famosa bolsa de plástico siempre cargaba un polo de su talla para el cambiazo y no ser descubierta. En criollada nadie nos gana. Supervivencia de exportación. María y su mancha son marca Perú.