Alexandra Ames: El plan estratégico que necesitamos en el Perú

Los planes estratégicos son documentos importantes para una organización, pública o privada, pues permiten trazar las metas con claridad y diseñar las acciones que van a asegurar su cumplimiento. Pero, ¿qué tan útiles son para asegurar el éxito de una organización? Eso depende de qué tan bien esté hecho el plan.

Uno de los grandes problemas que existe sobre este punto es que se ve al plan como un fin en sí mismo y no como un medio o como una herramienta que guía el accionar. Los planes no van a asegurar, por sí solos, el éxito de una organización. La planificación debe ser acogida como un hábito permanente dentro de los gerentes públicos.

Un buen plan estratégico debe asegurar el camino de su implementación y, para ello, hay que asegurar la conexión entre planificadores y operadores. La estructura de la organización debe ser tomada en cuenta también. De nada sirve trazarse metas excelentes si la organización no está diseñada para cumplirlas. Se debe apuntar a la reforma institucional para que las estrategias fluyan en el día a día. Pensar así es tener una visión integral. Peter Senge, experto en gestión de organizaciones de MIT, sostiene que la visión de un sistema integrado es más importante que el desempeño de las partes individuales. Hay que sincronizar el desempeño de cada uno de los componentes y alinearlos a la visión general.

Esto, a nivel de las políticas públicas, es mucho más complejo, pues estas necesitan soluciones multidisciplinarias y multisectoriales, por lo que la coordinación entre todos los sectores es vital. Si la desarticulación entre las unidades orgánicas dentro de un ministerio es un problema real, imagínese el reto que implica operativizar la estrategia país, a nivel horizontal (coordinación entre instituciones del Gobierno Nacional) y vertical (alinear estrategia nacional con los niveles regional y local).
¡Una cocina Surge a quien me traiga un plan de gobierno que asuma este desafío!