En el Perú circulan dos monedas: el dólar y el sol. Si cualquiera de nosotros puede y necesita endeudarse, ¿en qué moneda debe hacerlo? Pues en la moneda en que recibe sus ingresos. Si gana soles, endéudese en soles, no en dólares. La razón es simple: si “descalza” las monedas (se endeuda en dólares, pero gana en soles), entra una variable que no estaba invitada: el tipo de cambio o precio del dólar.
Entre 2002 y 2012, el tipo de cambio bajó de 3.55 a 2.55 soles por dólar. Se pensó que era un gran negocio pedir dólares, pues cada mes se pagaba menos en soles, pero nadie podía pensar que el tipo de cambio iba a bajar para siempre. La semana pasada explicábamos que el tipo de cambio se determina por el libre mercado y, por ende, así como bajó, podía subir, algo que efectivamente ocurrió desde 2013. ¿Y qué pasó con aquellos que habían pedido dólares y ganaban en soles? Cada mes que pasaba tenían que usar más soles para cumplir con su cuota mensual de deuda hasta que, en muchos casos, llegó un momento en que no podían pagar. Vino el embargo y la desilusión.
Nadie puede saber con precisión qué pasará con el tipo de cambio, pero todo parece indicar que mantendrá una tendencia hacia el alza. El BCRP intentará suavizar la subida a través de la venta de dólares, pero ello tiene un límite.
¿Qué hacer entonces? Todos aquellos que tienen deudas en dólares y obtienen sus ingresos en soles deberían acudir al banco a pasar la deuda a soles. ¿Y si pierden por el tipo de cambio? En primer lugar, perderían más si se quedan sin, por ejemplo, el auto que compraron con deuda. En segundo lugar, no olviden que al banco tampoco le interesa quedarse con el auto, pues no es su giro y asume costos al venderlo. Esto último es clave: también es interés del banco pasar la deuda a soles. El trabajo del banco es ser un intermediario financiero y no un vendedor de autos.
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