23.NOV Sábado, 2024
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Opinión

Lo que pasa en Venezuela es serio. Con esta, son 16 veces que el dictador Maduro señala una supuesta conspiración golpista en los dos años que lleva de gobierno. Con cada señalamiento el régimen ha dado una vuelta de tuerca; la última fue ayer: apresaron al alcalde de Caracas, Antonio Ledezma, y continúan así silenciando a la oposición.

Como señalamos hace casi un año, lo de Venezuela debe importarnos a los peruanos en gran medida. Primero, por nuestros hermanos venezolanos; pero, en segundo lugar, porque fue acá, en Lima, donde se legitimó al sátrapa caribeño. Nosotros tenemos una deuda con el pueblo venezolano, una que –cada vez que podamos– debemos cumplir, al menos con nuestro mayor esfuerzo.

Lo que debería suceder es que el presidente Humala convoque a la Unasur o a la OEA, e intente presionar por medidas supranacionales. Por ejemplo, podríamos convocar la doctrina Betancourt, esto es, que los gobiernos no pueden permanecer indiferentes frente a los atropellos y las violaciones de los derechos jurídicos y humanos en nuestros países.

Por supuesto, nada de esto sucederá; no esperamos que el presidente Humala asuma una firme posición por la democracia y llame a la tiranía venezolana como lo que es. Entonces, ¿cómo podemos los peruanos apoyar a nuestros hermanos llaneros?

Hace pocos meses se realizaron marchas y manifestaciones frente a la embajada local; como sabemos, es muy poco lo que queda de esas actividades. Las redes son otra manera de hacer sentir nuestra voz e indignación. Las redes son transfronterizas, y cuentan, además, con el soporte de distintas organizaciones internacionales. Los medios, sin duda, son otra fuente de comunicación, tanto a través de cartas como columnas.

Pero hay mucho más por hacer. Por ejemplo, las universidades podrían convocar conversatorios, coloquios, exposiciones, en fin, distintas maneras de acercarnos a la realidad. Los organismos internacionales a favor de los derechos humanos, por ejemplo, debieran pronunciarse. En fin, espacios existen, no dejemos entonces al pueblo venezolano a la deriva de este régimen cleptocrático y dictatorial. Habla mal de ellos, pero peor de nosotros si no hacemos nada en libertad.

Juan José Garrido
director@peru21.com


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