Fernando Cáceres: Sunafil en reorganización

El ministro de Trabajo anunció ayer que la Sunafil (Superintendencia Nacional de Fiscalización Laboral) entrará en reorganización, con el propósito de convertirla en un instrumento que apoye la formalización laboral. El objetivo es central, pues ninguna reforma laboral logrará legitimidad social si no viene acompañada por una institución capaz de prevenir y sancionar abusos laborales. Cuando se creó la Sunafil, se multiplicó por diez el tope de las multas, pero nada se hizo para desincentivar las infracciones y fomentar la formalidad. La ocasión es propicia para hacerle llegar al ministro tres propuestas de Contribuyentes por Respeto y la Asociación PYME Perú dirigidas a lograr el propósito trazado:

Primero.- La Sunafil debería aprobar una metodología de graduación de multas laborales para que las multas sigan criterios de razonabilidad y sean más predecibles, siguiendo un marco institucional como el del Indecopi.

Segundo.- Se deberían modificar las reglas bajo las cuales desarrollan sus funciones los inspectores laborales, de modo que estos solo verifiquen los hechos que pueden considerarse incumplimientos, dejando que las intendencias regionales evalúen los criterios para determinar las multas, como lo realiza el OEFA para evitar arbitrariedades y corruptelas.

Tercero.- Debería promoverse el desarrollo y la utilización del plan de formalización laboral previsto en el Reglamento de la Ley General de Inspección al Trabajo, como alternativa a la imposición de multas laborales, tal como viene haciendo Colombia desde el 2013 con los llamados Acuerdos de Formalización Laboral (OIT).

Iniciar la reforma laboral eliminando trámites absurdos frente al Ministerio de Trabajo y poniendo a la Sunafil en reorganización es un acierto. El Ejecutivo por fin está poniendo los caballos delante de la carreta, una carreta vieja que urge movilizar.