Todo el que ha tenido más de dos hijos conoce lo que significa la lucha a muerte por “ir adelante”. Carreras enloquecidas, cerrar todas las puertas con pestillo, subirse al auto una hora antes de partir… todo vale.
Con nuestros políticos pasa algo parecido cuando arrancan las campañas electorales y se desata la lucha por ubicarse al centro. Alan García sacó de carrera en el 2006 a Lourdes Flores encasillándola como “candidata de los ricos”. Humala, en cambio, ganó en el 2011 girando a la derecha, abrazado a su hoja de ruta.
De acuerdo con esta perspectiva, cabe preguntarse cuál de los candidatos está más cerca de agarrarse el justo medio. Si bien es prematuro decirlo, está claro que la trayectoria de PPK al frente del MEF lo coloca en el imaginario popular como el candidato más a la derecha de todos.
Si a eso le sumamos el pasaporte gringo y el perfil de ‘Chicago boy’, está claro que, para moverse al centro, va a necesitar mucho más que bailecitos y metidas de mano. En la esquina opuesta, bien posicionada a la izquierda, está Verónika Mendoza. Ella es una mujer de ideas claras y discurso moderado, pero la compañía de Marco Arana y sus seguidores la colocan en ubicación siniestra, literalmente.
Tampoco les va mejor –si de ubicación se trata– a García y Keiko Fujimori. El primero tiene un serio problema: fue un presidente muy de derecha. Su discurso proempresarial y su ideología del Perro del Hortelano le van a pasar factura. Alguien audaz podría recordarle que él siempre es el candidato de los pobres, pero el presidente de los ricos. Keiko, en cambio, parece que esta vez está dispuesta a arriesgar más en su necesidad de correrse hacia el centro. Su estrategia está basada en un juego peligroso: da por sentado que su ala de derecha no la va a abandonar, y busca ganarse el voto popular.
¿Encontrará alguno el centro deseado? Eso está por verse.
Si te interesó lo que acabas de leer, recuerda que puedes seguir nuestras últimas publicaciones por Facebook, Twitter y puedes suscribirte aquí a nuestro newsletter.