Hace unas semanas les comentaba sobre las posibilidades de Sporting Cristal y Juan Aurich para avanzar a la siguiente etapa en la Copa Libertadores. Pensaba que el equipo rimense tenía el camino mucho más fácil, pero a raíz de los últimos resultados, vemos que ambos llegan en las mismas condiciones para clasificar. Dependen de ellos mismos porque un triunfo les dará el boleto.
Juan Aurich fue de menos a más y esto lo demostró contra San José en Bolivia. Hizo un partido muy inteligente, con un planteo que le permitió sacar un punto crucial en Oruro.
Si bien el equipo boliviano tiene muchas carencias, sabe aprovechar al máximo los casi 4,000 metros de altura. No olvidemos que le ganó a River Plate como local.
Aurich jugó como hacía mucho tiempo no veía hacerlo en altura a un equipo peruano. Una defensa de cinco hombres, que casi siempre estuvieron correctos, y delante de ellos Ubierna con Rojas por el medio. Por los costados iban Pacheco y Vílchez, que hicieron un trabajo excelente y sacrificado; y de punta Tejada.
Todo le salió muy bien a Roberto Mosquera. Además, cuando fue requerido volvió a ser fundamental Pedro Gallese, que está en un gran nivel.
Ahora necesita ganar a Tigres en Chiclayo para pasar a la siguiente ronda. Los de Monterrey están clasificados y posiblemente lleguen con un equipo alterno, pero hay que tener cuidado porque cuentan con la mejor nómina del fútbol mexicano y eso los hace aún más difíciles. En este caso, la preparación mental del Aurich es lo más importante.
Por el lado de Cristal, la derrota en Lima contra Racing complicó en parte la clasificación. En Venezuela jugó con mucha presión y sin su mejor hombre, Carlos Lobatón. Fue un partido de trámite lento y modesto, quizá Deportivo Táchira se mostró algo superior en el segundo tiempo, pero no se hicieron daño. Sporting Cristal tiene la imperiosa necesidad de ganar a Guaraní este martes, no le queda otra para clasificar.
Guaraní mejoró con el correr de los partidos y llega a Lima sabiendo que un empate le alcanza. Dos cosas importantes para esa noche: la primera, la hinchada de Cristal tiene que llenar el estadio; la otra, que es la más importante, se llama paciencia. Hay 90 minutos para ganar el partido y es clave ser inteligente y no caer en la desesperación.
Estamos frente a la gran posibilidad de ver a dos equipos peruanos en la siguiente etapa de la Copa. Lo mejor de todo es que no dependen de terceros sino de ellos mismos. Éxitos para los dos.
Para terminar, les cuento que esta será mi última columna en Perú21, al menos en esta etapa. Agradezco la oportunidad que se me dio y envío un abrazo a todos los lectores.
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