22.NOV Viernes, 2024
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Opinión

“¿Se acabó el efecto teflón del alcalde Castañeda? Haciendo lo mismo que hoy, antes disfrutaba de una altísima popularidad. ¿Qué cambió?”.

Uno. La narrativa del gobierno y del antifujimorismo sostiene que el comportamiento confrontacional y abusivo del fujimorismo le pasará factura, perdiendo con ello posibilidades electorales futuras. No es, sin embargo, lo que dicen las encuestas: Keiko Fujimori, la lideresa de Fuerza Popular, se mantiene en su rango histórico, hoy con 39%. Cierto, encuentra un fuerte rechazo en el sur (y moderado en Lima y entre los jóvenes), pero en el agregado la confrontación parece no pasarle la factura como pensaban sus detractores (o, al menos, no una factura tan onerosa).

Dos. El 80% considera que el enfrentamiento con el gobierno es o absoluto o moderado, y por ello la mayoría esperaba un acercamiento del presidente a la lideresa de Fuerza Popular (72% creía que PPK la debería haber invitado a Palacio, esto fue antes de la carta del lunes), y 69% cree que se debe formar un gabinete conversado con las principales fuerzas de oposición. Por otro lado, el apoyo a un eventual indulto al ex presidente Fujimori crece de 53% al 57%; y aunque una mayoría piensa que este recurso debe ser usado como una herramienta de negociación (55%), la mayoría (46% frente a 41%) cree que el presidente Kuczynski no lo indultará. Y si lo otorgara, la mayoría cree que ello no reduciría ni la polarización social, ni la confrontación política. Interesante y sorprendente la claridad de la opinión pública ante este tema. ¡De acuerdo con ellos! Sin estar a favor del indulto (me he pronunciado contra este antes por razones institucionales), creo que el mismo no le moverá la aguja al fujimorismo, y veo casi imposible que Alberto Fujimori se abstenga de participar en política.

Tres. ¿Se acabó el efecto teflón del alcalde Castañeda? Haciendo lo mismo que hoy, antes disfrutaba de una altísima popularidad. ¿Qué cambió? Simple: una sociedad más exigente, informada y conectada. La estrategia del “mudo que hace obras” ya no es suficiente; ahora quieren explicaciones y las cuentas claras. ¡Enhorabuena!


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