22.NOV Viernes, 2024
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Opinión

“Talara. Desde el arranque nos mintieron; sigue, de hecho, la mentira: el proyecto se llama ‘Modernización de Refinería Talara’”.

Es inentendible que el actual gobierno no realice una auditoría general a los grandes proyectos, obras y gasto de la gestión humalista. En verdad, escapa al sentido común. Ya el presidente Humala y su esposa, Nadine Heredia, se encuentran recluidos preventivamente por el supuesto delito de lavado de activos. Eso es lo que está hoy en la mesa, pero sabemos que fue mucho más. Revisemos los principales proyectos, recordemos las denuncias e irregularidades detectadas, y –con la mano en el corazón– díganme que no amerita una exhaustiva investigación.

Gasoducto del Sur. La obra, cuando era privada, se calculaba en US$1,300 millones. Odebrecht compró el proyecto y saltó a US$7,000 millones. Peor aún: empezaron las obras sin las reservas de gas probadas (hasta hoy no lo están, dicho sea de paso). Y encima Odebrecht quería anexarle una petroquímica de US$8,000 millones adicionales. Recuerden el proceso, la presencia de operadores en el Ministerio de Energía y Minas.

Línea 2. Perú21 denunció cómo el gobierno humalista quería expropiar cerca de 212,000 metros cuadrados en una zona “premium”… ¡para el patio taller! Era un gasto innecesario valorizado en US$1,000 millones.

Talara. Desde el arranque nos mintieron; sigue, de hecho, la mentira: el proyecto se llama “Modernización de Refinería Talara”, pero no es ninguna modernización. ¡Estamos construyendo una nueva! El gasto pasó de cerca de US$1,000 millones a los US$5,400 millones actuales (y sabemos que serán más; ojo que en Talara se habla de construir un nuevo oleoducto. ¿Somos Arabia Saudita? Espero que esto sea una broma o algo parecido).

Satélite francés. De un concurso irregular (decenas de denuncias en su momento), gana una empresa que ofrece un piloto (nunca habían construido un satélite), y encima al doble del precio que los usados en la región.

Como estos, podemos nombrar muchísimos proyectos y compras (armas, patrulleros, gasto de publicidad y comunicación, entre muchos otros), con lo cual el monto “auditable” no debería bajar de los US$20,000 millones. ¿Acaso nos sobra la plata? En serio, ¿a nadie le preocupa esto?


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