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Opinión

“El problema central es la mención que hace el ministro Thorne sobre el presidente, un par de veces, durante la conversación”.

En teoría de juegos, el juego más popular es aquel conocido como “el dilema del prisionero”. En él se estudian, en resumen, los costos y beneficios de adoptar una posición frente a distintos escenarios.

Este es el dilema que enfrentará el ministro Thorne cuando se presente ante el Pleno. En ojos de muchos, en el audio propalado (conversación con el contralor Alarcón) existe una intención de condicionar la entrega de fondos excepcionales a cambio de un resultado favorable en el informe sobre la adenda de Chinchero. Para el MEF y otros analistas, no existe coerción alguna y, por lo tanto, nada que temer.

El problema, creo, no es si existe o no coerción; menos aún si el audio es o no ilegal (¡por supuesto que es!). El problema central es la mención que hace el ministro Thorne sobre el presidente, un par de veces, durante la conversación. Por ello, la primera pregunta versará sobre el interés del presidente en el tema; y la segunda y la tercera irán por la misma vía. No interesarán las explicaciones ni los contextos.

El dilema, entonces, es simple: ¿hablaba el ministro a nombre propio (y mencionó al mandatario para darle mayor importancia a la conversación) o hablaba, en efecto, a nombre del presidente? En el primer escenario, el ministro está en problemas; en el segundo, están en problemas el ministro y el mandatario. El segundo escenario abre, además, situaciones funestas para el gobierno y el futuro del país.

Nota aparte es la premura con la cual la oposición (Fuerza Popular, Frente Amplio, Acción Popular y Apra) trató de forzar, ayer, la visita del ministro al Pleno. Desde temprano se promovía la censura en el Parlamento. De acuerdo con el reglamento, la no concurrencia del ministro era razón suficiente para censurarlo, pero la oposición optó por correr la visita para hoy. ¿Por qué? La oposición ha demostrado querer sangre (censurarlo por “no asistir” deja al audio de lado) en este tema. Están subiendo el nivel de confrontación otro peldaño. Cuidado con que lleguemos, así, al despeñadero.


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