26.ABR Viernes, 2024
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Opinión

“En otros tiempos bastaba la palabra de una ex amante despechada y se encarcelaba por docenas… Hoy no sirve ninguna prueba, testimonio ni foto”.

¿Cuánto más aguantarán los peruanos esta sensación de impunidad absoluta, de ausencia de Estado y de justicia, de sentirnos los idiotas que pagamos las cuentas para que otros se forren a nuestras expensas? Hace años, uno hubiese pensado que ya, en cualquier momento, la ciudadanía dará el paso a la protesta y que pronto veremos en calles y plazas a miles, indignados, presionando para que las cosas cambien. Como Brasil, hace poco, cuando salieron a las calles cerca de 6 millones a exigir justicia. Hoy, después de ver por años cómo nos roban en las narices y nada ocurre (o peor aún, ocurre que se ríen), pues no hay esperanza. Hemos tirado la toalla, o al menos, eso parece.

Porque, a ver, más allá de la indignación de algunos en medios y redes al ver cómo el ex presidente Toledo sigue su vida tranquilo en Estados Unidos, su suegra y su amigo libres, sin que aún se defina un abogado serio que tome el caso, ¿qué ha pasado? Nada. ¿Alguna marcha? No, hombre, eso es para campañas electorales.

¿Y el capitán Carlos? Porque ya podemos referirnos a él así, ¿verdad? Digo, testimonios hay de sobra, tanto de ciudadanos como de compañeros de armas y, faltaba más, víctimas y familiares de estos. Ha sido reconocido, identificado como aquel que daba las órdenes (¡acá ni siquiera tienen que apelar a la “autoría mediata”!); están, además, los testimonios del dinero, cómo, dónde, cuándo, cuánto, así como el registro de puño y letra de la esposa haciendo el arqueo de la caja familiar. ¿Y? ¿Nada?

Y hay más: gobernadores, alcaldes, funcionarios, ex funcionarios, empresarios, periodistas… y, sin embargo, nada. “No hay prueba fehaciente”; “los múltiples testimonios tienen que corroborarse”; “el delator debe probar que el dinero es ilícito”; y así. Claro, en otros tiempos bastaba la palabra de una ex amante despechada y se encarcelaba por docenas. Si había videíto, pues mejor aún. Hoy no sirve ninguna prueba, testimonio ni foto. Nada. Apaguen la luz mejor.


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