Juan José Garrido: Vamos bien...

Muy positivas y lúcidas las declaraciones del líder histórico del PPC, Luis Bedoya Reyes. Realistas, prácticas y factibles si el premier Cateriano y la clase política se ponen a trabajar por el Perú y dejan las minucias de lado.

Pasados los días desde su juramentación, pareciera que vivimos en una “expectante-tensa-calma”: todos sabemos que la glotonería y el odio político marcan las agendas; todos intuimos que alguien quebrará la buena voluntad de las partes y, para colmo de males, todos reconocemos que a nadie le conviene que se desate esa guerra.

Las probabilidades están en nuestra contra, pero los avances del primer día son positivos, y hay que reconocerlo. Si el premier Cateriano está jugando con la oposición (y con el país) o no, lo sabremos con exactitud en su visita al Congreso. Pero, hasta hoy, sus intenciones son positivas y ojalá todos se puedan contagiar de ese ánimo.

Por cierto, nadie espera un cambio radical en su comportamiento o programa; no lo convocó el presidente Humala para ello. Lo que sí esperamos es una apertura –lo suficiente– a fin de arribar a ciertos puntos de acuerdo, así sean mínimos, que permitan al Perú llegar a buen puerto en el 2016.

El premier ha sostenido que no será una gestión de transición, que aún falta mucho para julio del 2016. Y eso será cierto en la medida que pueda, en primer lugar, mantener la cancha trazada con la tiza democrática (léase, que el Congreso se mantenga en funciones); en segundo lugar, que el país retome la senda de crecimiento, aquella de la cual nos desviamos a fines del 2011.

Así como Conga marcó una etapa en este gobierno, el gabinete Cateriano puede marcar otra. Todo dependerá, como dijo el Tucán, de la muñeca con la que se maneje el premier y del objetivo final que tenga en mente (la política oficialista o el Perú).

Pequeña posdata. Le solicitamos al premier Cateriano, como una muestra de talante democrático, que desbloquee a Perú21 en su cuenta de Twitter.

Juan José Garrido
director@peru21.com