Marco Martos: "Uno debe conservar, aun siendo viejo, la curiosidad”

Marco Martos es escritor y catedrático, pero ante todo sanmarquino. Este 12 de mayo, la Universidad Nacional Mayor de San Marcos cumple 465 años de fundada, casa de estudios a la que el poeta le ha dedicado 45 años de su vida.

¿Qué sentimientos y pensamientos lo invaden?
Estoy muy identificado con la universidad y, en ese sentido, que pase un año más es algo natural; sin embargo, tiene una importancia histórica. Es una universidad muy antigua, probablemente es la primera fundada por los españoles. Además, aún conserva sus estructuras iniciales, es una institución medieval y eso se sigue viviendo.

Usted ya lleva más de 40 años en San Marcos.
Soy de la generación que está terminando sus labores en la universidad y en muy poco tiempo ya no estaré.

Ya piensa en el retiro.
La ley actual determina que los profesores mayores de 70 años, que es mi caso, se tienen que retirar, excepto un 10% del total del claustro. Y eso lo van a decidir las nuevas autoridades. A mí no me molesta irme y la universidad necesita renovarse en sus cuadros y de hecho en la Facultad de Letras hay buenos profesores jóvenes, que sin duda son una defensa frente al deterioro nacional universitario.

¿Es optimista con las nuevas generaciones?
Muy optimista y también con las nuevas áreas, como la poesía, que dicen que no sirve para nada o que sirve muy poco; sin embargo, hemos creado una maestría en escritura creativa y es la de más éxito en Letras.

¿Qué significa ser sanmarquino?
Tenemos una identidad que es la peruana, que nos unifica a todos, pero dentro de las identidades particulares, la más fuerte es la de San Marcos. No es que haya un sanmarquino en cada rincón, pero sí que estamos por todas partes del mundo. Los sanmarquinos se reconocen entre sí, se huelen y son solidarios entre sí. Es una identidad muy fuerte que tiene que ver con la historia y con el presente.

¿Qué diferencia al sanmarquino?
En una tierra eriaza, como es San Marcos, cada cosa a uno le cuesta muchísimo. Nos da coraje para vencer dificultades. La característica de un sanmarquino es no rendirse, ser pertinaz.

¿Cómo ve hoy a la universidad?
Pasa por situaciones muy difíciles. Pablo Macera decía que San Marcos ha sobrevivido a varias leyes universitarias. Y yo estoy en contra de la Ley Universitaria, porque es una intervención directa. Le pediría al próximo gobierno que desaparezca la Superintendencia Nacional de Educación Superior Universitaria (Sunedu) y cree otro organismo regulador. Pero hay otra cosa que es peor y de la que nadie habla: durante el gobierno de Alejandro Toledo se dio un dictamen en el cual las universidades dan cuenta al Ministerio de Economía de los fondos que el Ejecutivo otorga, que es legítimo, pero no solo sobre estos fondos, sino los que la propia universidad consigue. No se cubre ni el 50% del presupuesto con lo que se recibe del Estado. Más de la mitad del dinero que gasta San Marcos lo obtiene por sí misma. Pero no manejamos ese dinero, sino con el permiso del ministerio.

¿Cuál es el reto del nuevo gobierno en Educación?
El Estado tiene que aumentar el presupuesto para Educación. Hay países que designan hasta el 20% y nosotros estamos debajo del 6%, que es lo mínimo recomendado. Al margen de la cifras, tenemos cada día más jóvenes que están en las calles sin oficio ni beneficio y cada vez que se habla de seguridad ciudadana se dice vamos a incrementar patrulleros, se decreta emergencia y nada de eso sirve. Hay otro problema más grave que es el tráfico de drogas. ¿Cómo si un ciudadano como yo lo sabe, no lo saben las autoridades? ¿Cómo es que no saben que a través de los barcos mercantes que llegan al Callao sale la coca? Todo el mundo lo sabe. Ya nos cambiamos de tema (risas).

Pero es parte del problema.
Tampoco quiero ser un hombre que tira piedras y hay que reconocer los esfuerzos. El Ministerio de Educación ha cambiado ligeramente para bien. Beca 18 es positivo.

¿Qué opina de la gestión del ministro Jaime Saavedra?
Es un buen ministro, pero de todas maneras también debe salir un poquito más a hablar.

¿El próximo gobierno debe darle continuidad a Saavedra?
Cada gobierno entra con su gente. Soy poeta, pero soy realista.

¿No cree que San Marcos merece estar mejor?
San Marcos está mucho mejor de lo que dicen otras universidades. No estoy de acuerdo con esos ránkings internacionales. ¿Qué es lo que mide la calidad de una universidad? En primer lugar, la selección de sus estudiantes. Ninguna universidad del país, ni las que se llaman a sí mismas primeras, tiene más dificultad que San Marcos para incorporar estudiantes. La proporción es 10 a 1. Otro punto es el número de doctores y magísteres, que en San Marcos es mayor que cualquier universidad del país. Otro factor es personas que destacan en ámbitos nacionales e internacionales.

¿Cuánto de su poesía le debe a San Marcos?
Todo no, pero sí muchísimo.

¿Qué aprendió en 45 años en su universidad?
He procurado estar dentro de los muros y fuera de los muros. Estar en la calle, en el sentido de frecuentar otras instituciones, como lo fue la Academia Peruana de la Lengua.

¿Usted diría que es un intelectual con calle?
Eso que lo digan otros. De pronto, uno se cree con calle y en realidad es calle pero de algunos distritos (risas). La calle es otra universidad y uno está siempre aprendiendo. Jamás he podido sentirme lejano de los muchachos de la esquina. Lo que uno debe conservar de joven, aun siendo viejo, es la curiosidad, el deseo de aprender toda la vida. En ese sentido, casi se puede decir que no hay maestro, sino que todos somos estudiantes.

AUTOFICHA
■ “Cuando era estudiante, me dedicaba un poco a la poesía y al ajedrez. Era ensimismado. He perdido la cuenta de cuántos libros he publicado. Veinte tal vez, 18 son de poesía”.

■ “Cuando era estudiante, me dedicaba un poco a la poesía y al ajedrez. Era ensimismado. He perdido la cuenta de cuántos libros he publicado. Veinte tal vez, 18 son de poesía”.

■ “Tuve un sueño en el 2005, que fue hacer un diccionario de peruanismos y se ha hecho realidad: ayer se presentó. Obra realizada por más de 30 personas. El trabajo en equipo vale más que el individual”.