Pablo Secada: Mala leche

Digesa ha dicho que corregirán, que saben “que el producto Pura Vida no es leche” e investigarán los registros sanitarios de Gloria, y sus directivos actuales han explicado cómo se decidió nombrar Pura Vida a la sacha leche. Indecopi ha dispuesto que se retire temporalmente el producto hasta que Digesa se pronuncie. Hasta acá los hechos. Les sugiero que revisen tres opiniones.

Franco Giuffra se preguntó si era ¿Pura Vida o pura demagogia?, criticando la torpe politización del tema sugiriendo que esperemos a que Digesa e Indecopi actúen. El Montonero titula “Pura Vida y la ofensiva de la izquierda antimercado” a su post, donde afirma que estas son las “faltas que suelen cometer las corporaciones de las economías abiertas cuando los departamentos de marketing —en el afán de expandir las ventas— sacrifican el planeamiento estratégico, afectando el derecho a información de los consumidores”. Después recordaré por qué es un exabrupto vender a Gloria como una empresa competitiva. Son mercas. Y El Montonero le hace un flaco favor a la economía de mercado con su publicidad engañosa. Finalmente, Alfredo Bullard, uno de los del Indecopi que fue una “isla de excelencia” en los 90, critica la “Publicidad Engañosa en una Resolución Engañosa”. Quienes criticaron pasajes del artículo de Franco en mi muro podrán entender mejor uno de sus argumentos.

Dicté economía pública en la UP y en una clase discutimos si Gloria y Nestlé abusaban de su posición de dominio comprando leche. Casi hubo unanimidad en que sí. Gloria compró buena parte de Majes I para sembrar alfalfa para las vacas cuya leche no termina en Pura Vida. Majes costó US$90 mil de entonces por hectárea, más que las mejores chacras de las mejores frutas del mundo hoy. Y luego compró casi todo Olmos. Lo de Pura Vida es una ofensa menor en su trayectoria. Y ni hablemos de sus vínculos con el poder. Es curioso que les hagamos lío por Pura Vida.