El Ministerio Público ha sido muy claro en los últimos días porque ha ratificado que la colaboración judicial con Brasil por el caso Lava Jato se mantiene y es firme.
Si el fiscal Germán Juárez ha decidido no tomar más declaraciones a Jorge Barata, es respetable. Esa es su estrategia y no afecta para nada las demás investigaciones que pueden implicar a Barata. Cada fiscal es autónomo.
Hay que recordar, por ejemplo, que en las investigaciones relacionadas a los aportes que recibió Fuerza Popular hay hasta tres fiscales que investigan, cada uno por su propia cuenta porque existen distintas líneas de indagación.
Cualquiera de ellos puede solicitar interrogar al ex directivo brasileño, quien aspira a ser colaborador eficaz en el Perú. Y esta es otra historia.
Seguramente, Barata espera librarse de cualquier pena. Para eso, a solicitud del Ministerio Público, un juez debe emitir una sentencia judicial firme que le otorgue beneficios al ex representante de Odebrecht. Es un tema de costo-beneficio: hay impunidad, pero a costa de sancionar a otros.
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