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Estados Unidos presenta cargos contra tres cabecillas de Sendero Luminoso

Corte de Nueva York acusó a Florindo Eleuterio Flores Hala, Víctor Quispe Palomino y Jorge Quispe Palomino de financiar sus acciones terroristas con el narcotráfico.

Artemio es requerido por la justicia de Estados Unidos por delitos de narcotráfico. (Perú21)
Artemio es requerido por la justicia de Estados Unidos por delitos de narcotráfico. (Perú21)

Tres cabecillas de Sendero Luminoso fueron acusados el miércoles por una corte de Nueva York de dirigir operaciones de narcotráfico para financiar al grupo subversivo, anunciaron autoridades federales en Estados Unidos.

Los denunciados fueron procesados en ausencia bajo cargos de terrorismo, narcotráfico y tráfico de armas, cada uno de los cuales podría llevar a una sentencia de cadena perpetua, dijeron autoridades estadounidenses.

Sendero Luminoso, que durante varios años llevó adelante una feroz campaña terrorista que causó decenas de miles de muertos, se ha financiado en parte por actividades de narcotráfico, de acuerdo a la declaración del fiscal estadounidense Preet Bharara y de Michele Leonhart, funcionario de la Administración de Control de Narcóticos.

“Estos acusados son líderes de una organización paramilitar homicida, y ellos mismos ordenaron emboscadas que causaron la muerte de casi dos decenas de soldados y policías peruanos”, dijo Bharara en un comunicado.

“El producto del tráfico de cocaína peruana que ellos han acumulado y protegido a veces termina siendo vendido en Estados Unidos”, agregó.

Los acusados peruanos son Florindo Eleuterio Flores Hala (52), conocido como camarada ‘Artemio’, Víctor Quispe Palomino (54), camarada ‘José’, y Jorge Quispe Palomino (56), dijeron las autoridades.

Flores Hala está recluido en la Base Naval del Callao, mientras que los otros dos miembros del grupo maoísta están fugitivos.

Sendero Luminoso es considerado por Estados Unidos como una organización terrorista y su campaña para derrocar al Estado peruano provocó la muerte de unas 69.000 personas.

El movimiento recibió un duro golpe en 1992 con la captura de su fundador, Abimael Guzmán, pero los remanentes de la agrupación todavía lanzan ataques contra las fuerzas de seguridad en el VRAEM, donde se creen que operan junto a bandas narcotraficantes.


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