Alianza sufrió un duro revés en el partido de ida en la fase previa de la Copa Libertadores contra Huracán. Se pueden tejer muchas opiniones con respecto a este partido, pero la realidad, dolorosa por cierto, es que Alianza jugó mal, muy mal.
Hay diversos factores que se dieron para ello. El principal, desde mi punto de vista, es el poco nivel de los rivales en los partidos previos a este compromiso. No se puede llegar a jugar un partido de este nivel sin saber cómo estaba el equipo realmente. Las dudas del equipo se fueron acrecentando a medida que pasaban los minutos y lo más difícil para Alianza fue recibir dos goles en el primer tiempo, que terminaron por desarmar la débil estructura mostrada por el equipo de La Victoria.
Luego, cuando Alianza quiso remontar, Sanguinetti arriesgó y sacó a Albarracín y Guizasola, y es allí que Huracán encontró facilidades para el contraataque y convirtió dos goles más que clasifican a Huracán a la fase de grupos del torneo.
Lamentable para Alianza y otro golpe duro para nuestro fútbol, pues uno podía pensar que, al jugar contra un cuadro como el argentino, que viene de ascender a Primera por una serie de factores políticos que hicieron que en Argentina suban DIEZ equipos este año, Perú después de mucho podría meter a la Copa a tres equipos, pero la realidad nos golpeó y nos hizo ver las diferencias que existen en ese nivel.
Dos cosas para acotar en lo técnico. La primera: el técnico ‘grone’ intentó darle al equipo más elaboración de juego con Mimbela, Cedrón y Costa, pero hay que decir algo importante: cuando juegan jugadores de esas características, la movilidad es primordial y esto jamás se dio en ellos. Guevgeozián tampoco pudo compenetrarse con ellos y allí tenemos la respuesta a los pocos disparos al arco rival.
La segunda, para mí la más importante, es que Alianza se hizo fuerte a base de un buen trabajo defensivo (me refiero al torneo local). En este encuentro las debilidades en ese sector fueron notorias y eso explica el resultado. Así de simple.
Huracán, por su parte, con un fútbol práctico y sin mostrar nada extraordinario, terminó apabullando y cortando cualquier posibilidad de Alianza para pasar a la siguiente ronda.
La conclusión final a la que llego es que a tAlianza le faltaron, por lo menos, dos partidos más de preparación ante rivales exigentes. Así, Sanguinetti habría tenido la posibilidad de analizar mejor, sobre todo, su sistema defensivo, algo que para Alianza, este Alianza, es fundamental.
Si te interesó lo que acabas de leer, recuerda que puedes seguir nuestras últimas publicaciones por Facebook, Twitter y puedes suscribirte aquí a nuestro newsletter.