Si maneja mirando por el retrovisor, le recuerdo lo siguiente. Que la productividad, motor del crecimiento y el bienestar en el mediano plazo, cae desde 2008. Que si bien el superciclo de commodities terminó, los precios se empezaron a recuperar. Que estamos revirtiendo reformas y sobrerregulando algunos sectores desde 1994. Encima reconocimos la corrupción importada de Brasil y que el Estado está desplomado. Marzo fue el piso.
Si mira para adelante, verá lo siguiente. La economía no tiene restricciones financieras, externas o fiscales. La reconstrucción con cambios y la reforma de ProInversión impulsarán el crecimiento. Se está desregulando; hasta la inversión pública enfrentaba obstáculos absurdos.
La politiquería generará incertidumbre. El gobierno debe buscar apoyo político. Y ser mucho más ambicioso. Pero me parece bastante obvio que es momento de invertir. Estamos en medio de una oportunidad atractiva. Sería muy atractiva si algunos líderes ejercieran su liderazgo.
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