Marisol Espinoza sobre PPK: "Menos mal que no acepté su propuesta"

La actual vicepresidenta de la República e integrante de la campaña del candidato presidencial César Acuña por Alianza para el Progreso (APP), Marisol Espinoza, reconoció que recibió una propuesta de Pedro Pablo Kuczynski para sumarse a su partido, pero tras las críticas del candidato se alegró por no haber aceptado la invitación.

Marisol Espinoza reveló que en Piura, el jefe de campaña del partido Peruanos Por el Kambio (PPK) le ofreció una invitación para ser parte de las filas de dicha agrupación política.

“Cuando lo escuché (a Pedro Pablo Kuczynski) me dije, menos mal que no acepté (su propuesta) porque de arranque hubiera repetido la historia”, dijo Marisol Espinoza en Canal N.

Luego que ella fue presentada como el nuevo ‘jale’ del partido de César Acuña, Pedro Pablo Kuczynski le dijo que era “la vicepresidenta de un gobierno deslucido”.

Tras ser consultada sobre los cuestionamientos del candidato César Acuña sobre la utilización de recursos universitarios para fines proselitistas y la propaganda que presuntamente promueve su candidatura, Marisol Espinoza aseveró que el líder de Alianza para el Progreso (APP) no tiene problemas en presentarse a la justicia.

“La Constitución en nuestro país establece que una persona es inocente hasta que se demuestre lo contrario. Hasta el momento no hay una sentencia, hay una investigación abierta y en tiempos electorales denuncian a todo el mundo”, sostuvo el nuevo ‘jale’ de APP.

Marisol Espinoza agregó que de las 60 denuncias que tiene César Acuña pertenecen a Carlos Calderón “quien se dedica a hacer este tipo de denuncias”. Sobre la relación ilegal que mantuvo el candidato con una menor de edad de 16 años, Espinoza destacó las declaraciones de la aludida.

“Yo voy a destacar las declaraciones de la implicada que ha pedido respeto para su intimidad y la memoria de su hijo. Sobre este tema no hay ninguna denuncia, a parte de la denuncia periodística”, afirmó.

Finalmente, Marisol Espinoza expresó que el premier Pedro Cateriano debió “morderse la lengua” cuando trató de menospreciar su actividad tras afirmar que ella no era la vocera del gobierno en el pasado mes de setiembre.