Martín Belaunde Lossio y sus movidas para librarse de la justicia

Martín Belaunde Lossio, prófugo de la justicia desde hace más de siete meses, ha puesto varias veces en aprietos al gobierno de su amigo Ollanta Humala con su decisión de evadir a la justicia y no ponerse a derecho.

Todo comenzó el 29 de mayo, cuando el Poder Judicial dictó prisión preventiva de 18 meses para el empresario por el caso ‘La Centralita’.

Él es acusado de utilizar su empresa Ilios Producciones para ocultar el desvío de fondos públicos a ‘La Centralita’, desde donde se planificaban campañas para desacreditar a los enemigos políticos e investigadores del ex presidente regional Áncash César Álvarez.

Ante ello, Belaunde Lossio decidió pasar a la clandestinidad y mandó un mensaje que, al parecer, estaba dirigido a Palacio de Gobierno.* “Gratis no me voy ir a la cárcel”,* dijo en una entrevista a Cuarto Poder que fue difundida el 9 de noviembre.

La Interpol emitió, el pasado 11 de setiembre, una alerta roja en la que se pide su captura internacional en 190 países. Perú21 hizo notar, el 19 de noviembre, que en el documento no se especificaba las naciones en los que podía estar el ex asesor de la campaña presidencial de Ollanta Humala en el 2006, lo cual dificultaba su búsqueda.

En los últimos meses se descubrió que Martín Belaunde Lossio presuntamente habría aprovechado sus contactos con las altas esferas gubernamentales para favorecer a empresas vinculadas a él, como Antalsis Perú.

También se conoció que el ministro de Justicia, Daniel Figallo, se interesó en la situación legal del empresario y en que se acoja a la colaboración eficaz, de acuerdo a una denuncia de la ex procuradora anticorrupción Yeni Vilcatoma. Esto le valió al integrante del gabinete ser cuestionado por la oposición y tener pendiente un pedido de censura en su contra en el Congreso.

Martín Belaunde Lossio aprovechó los escándalos para fugar a Bolivia, donde presentó el 15 de diciembre un pedido de refugio. El presidente del Consejo Nacional de Refugiados (Conare), César Siles, informó al diario El Comercio que el empresario no tenía orden de captura internacional cuando hizo dicha solicitud, pese a que Interpol Peú emitió la alerta roja el 11 de setiembre.

Quince días después recién las autoridades peruanas se enteraron de la presencia del prófugo en La Paz y reaccionaron presentando una nota diplomática al gobierno de Evo Morales para que rechace la solicitud.