25.ABR Jueves, 2024
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Opinión

“Además del ruido de los motores, la contaminación y la velocidad, parece que parte del chongo es que –de cuando en cuando– alguno de sus compañeros acabe en el hospital”.

Un nuevo accidente de tránsito producto de una ilegal carrera entre autos dejó dos heridos graves la madrugada del 17 de febrero. Los populares piques ilegales suelen programarse cada jueves en distintas zonas de la ciudad, siendo las favoritas la Av. Javier Prado, la Av. Separadora Industrial y la Costa Verde. Además del ruido de los motores, la contaminación y la velocidad, parece que parte del chongo es que –de cuando en cuando– alguno de sus compañeros acabe en el hospital o que todos vayan en mancha al velorio de uno de ellos.

Muchas personas se sienten atraídas por los automóviles y hay toda una industria alrededor de ellos vinculada a los autos de carrera, al poder y la velocidad que traen consigo. Eso está muy bien, pero el problema surge cuando por disfrutar de tu “hobby” pones en riesgo no solo tu vida sino la de los demás. Este es el caso de los piques ilegales que pueden ser comparados con un cazador deportivo que decide practicar sus tiros en la Plaza de Armas. Existen espacios para divertirse en condiciones de seguridad y eso no incluye el ir a toda velocidad pasándote los semáforos de las avenidas principales de la ciudad mientras otras personas están regresando a sus casas luego de una noche tranquila y tienen la mala suerte de cruzarse con alguno de estos que por ir rápido creen que dejan de ser babosos.

Sin embargo, lo que más sorprende es la impunidad. Las autoridades saben perfectamente de la existencia de estas carreras. Resulta muy fácil buscar en Internet y llegar a los grupos públicos y ocultos de Facebook que promueven las carreras ilegales. Entonces, ¿por qué se hacen de la vista gorda? Los operativos resultan ineficaces, pues cada jueves los vecinos de las zonas cercanas a las avenidas –convertidas en pistas de carrera– se despiertan por la madrugada gracias a la bulla de los tubos de escape. ¿Es que acaso quieren olvidar que la velocidad es la principal causa de accidentes de tránsito fatales (34%, según la Policía Nacional del Perú en el 2015)? De hecho, el riesgo de morir en una colisión frontal es de 3% si vas a 48 Km/hora pero cuando pisas el acelerador y alcanzas más de 90 Km/hora se eleva a 92%.

No se busca prohibir la industria de los autos de carrera, en absoluto, sino que esta afición se haga de manera responsable. Quienes promueven la organización de piques legales deben controlar a sus propios compañeros, que por un rato de adrenalina perjudican a toda su legión, y quitarse el estigma de muerte e ilegalidad que traen consigo.


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