Mariana Alegre: La revolución peatonal

Al grito de ¡Más amor! ¡Menos motor! y ¡Revolución peatonal YA!, los activistas de la Liga Peatonal (México), la fundación En los Zapatos del Peatón (Medellín, Colombia) y el superhéroe mexicano Peatónito visitaron la capital peruana y enfrentaron el tráfico nuestro de cada día y los muchos riesgos a los que nos vemos expuestos quienes caminamos en las calles limeñas.

En el último informe de Lima Cómo Vamos encontramos que ocurrieron 52,489 accidentes de tránsito registrados en el 2015 en Lima y Callao, y se registraron 492 fallecidos. Solo en Lima hubo 8,063 atropellos y 264 de los 475 accidentes fatales registrados fueron atropellos o atropello y fuga.

Cabe señalar que las cifras que aquí se presentan no son las reales, pues el cálculo de muertes se realiza considerando solo los fallecidos al día del accidente, mientras que el estándar internacional considera a los fallecidos hasta los 30 días de ocurrido el mismo.

Suena mal, ¿no? Suena mal que no podamos salir caminando hacia el paradero sin temor a que nos maten. Suena peor que no podamos caminar por la calle para dirigirnos a algún lado, para despejar la mente o para conversar con amigos sin tener que estar 100% alertas por si algún conductor decide ir a mayor velocidad o se le ocurre que no tiene ganas de frenar.

¿Cuándo fue que perdimos nuestro derecho a caminar? La nueva generación de niños limeños ya no tiene la posibilidad de salir a jugar a la calle. Sí, hay miedo a la inseguridad ciudadana pero, sobre todo, hay miedo a que crucen la calle. “No vaya a matarlos un auto” es el principal temor de padres y madres. Ni siquiera nos damos cuenta de que estos niños que hoy no tienen experiencia en sus espacios públicos serán adultos que no mantendrán una buena relación con su propia ciudad.

La Carta de los Derechos del Peatón reconoce y ratifica derechos fundamentales que los caminantes tenemos y debemos exigir: 1) a cruzar la calle seguros, 2) a veredas amplias, 3) a una ciudad hecha a la medida de las distintas personas, 4) a mobiliario adecuado, 5) a convivir en el espacio público, 6) a un ambiente sano y a disfrutar del espacio, 7) a centros urbanos organizados, 8) a un servicio de transporte público adecuado, 9) a jugar en la calle, y 10) a caminar por la calle con calma.

Además, la carta reconoce la diversidad de peatones que existe en la ciudad, desde los adultos mayores –que caminan más lento y más cansados–, hasta los niños –que caminan más distraídos y despreocupados–, e incluso las personas con discapacidad –que caminan con mucha mayor dificultad–.

Como dijo el especialista de la Organización Panamericana de la Salud Miguel Malo, Lima es una de las pocas ciudades donde se siente que los peatones estorban. Hoy se recuerda a las víctimas por accidentes de tránsito, que, según cálculos de la ONG Luz Ámbar, son 38,567 desde el 2004 al 2015 en todo el Perú.

Casi 40 mil muertes en las pistas en once años, situación que nos confirma que el peatón en nuestro país es el nuevo marginal.